La actriz y modelo Brooke Shields, rememoró una impactante experiencia que vivió a raíz de un procedimiento quirúrgico que le realizaron sin su autorización, un hecho que narra en su nuevo libro, Brooke Shields Is Not Allowed to Get Old: Thoughts on Aging as a Woman (A Brooke Shields no se le permite envejecer: reflexiones sobre el envejecimiento como mujer), que se publicará el próximo 14 de enero.
Hace casi dos décadas, la protagonista de La laguna azul pasó por una cirugía no autorizada mientras intentaba solucionar un problema de salud que había sufrido durante muchos años. En una entrevista exclusiva con Us Weekly, Shields explicó que, en sus 40 años, su ginecóloga le consultó si sufría molestias por la longitud de los labios de la zona vaginal.
“Había sufrido molestias, incluyendo sangrado y rozaduras, desde la secundaria”, detalló Shields. La ginecóloga, a quien ella misma describió como una “maravillosa” profesional, le sugirió la posibilidad de una reducción de dichos pliegues para aliviar esos síntomas. A pesar de que el seguro no cubría el procedimiento porque se consideraba “cosmético”, Shields decidió seguir adelante con la cirugía.
Pero lo que sucedió después la sorprendió profundamente. Durante una revisión posterior a la operación, el cirujano plástico que realizó la intervención le informó que había llevado a cabo un procedimiento adicional sin su consentimiento.
“Me dijo que había incluido un pequeño bonus”, contó Shields.
Este “extra” consistió en un rejuvenecimiento vaginal, una cirugía cuyo objetivo, según la clínica Mayo, es mejorar la elasticidad y firmeza de los tejidos vaginales.
La noticia la dejó indignada. “Se sintió como una invasión, una especie de violación extraña”, explicó. Además, la actitud “orgullosa” del cirujano al contarle lo sucedido la sorprendió aún más. “Nada indicaba que necesitara ser más tensa, más pequeña, más firme o más joven, especialmente en esa área”, afirmó en su entrevista con Us Weekly.
La actriz contó que no solo ella, sino que también su ginecóloga se sintieron indignadas por la falta de consentimiento en el proceso.
Shields confesó que experimentó una mezcla de enojo y vergüenza. “No le conté a mi esposo lo que sucedió durante mucho tiempo”, admitió. A pesar de que no emprendió acciones legales, reflexionó: “Pensé: no quiero que nadie más me diga lo que tengo que hacer”.
Aunque inicialmente dudó en hablar públicamente sobre el incidente, Shields decidió incluir su historia en su libro con la intención de generar conciencia sobre la salud de las mujeres y la importancia del consentimiento en los procedimientos médicos.
“Estaría mintiendo si dijera que no me avergüenza compartir esta información tan íntima”, escribió en su libro, según citó Us Weekly. “Pero, si queremos cambiar la forma en que abordamos y hablamos sobre la salud de las mujeres, necesitamos tratar los temas incómodos pero reales. La vergüenza ya no es una opción”.
Este no es el único capítulo difícil que Shields ha decidido compartir con su público. En su documental de 2023, Pretty Baby: Brooke Shields, reveló por primera vez que fue víctima de abuso sexual después de su graduación en la Universidad de Princeton.
Según relató a The Hollywood Reporter, un hombre la invitó a su habitación de hotel bajo el pretexto de llamar un taxi tras una cena para hablar sobre su carrera. Sin embargo, al llegar allí, el hombre apareció desnudo y la atacó.
“Pensé, un ‘no’ debería haber sido suficiente. Solo pensé, ‘Mantente viva y sal de aquí’”, relató en el documental. La actriz explicó que bloqueó esa experiencia durante años antes de buscar ayuda terapéutica para poder procesarla.