El reconocimiento de la relación laboral. Eso es lo que exigen, entre otras cosas, cuatro ex jugadoras de Everton, quienes presentaron una demanda contra el club ante el Tribunal del Trabajo de Valparaíso. El documento legal, que fue ingresado hace pocos días, profundiza en las irregulares condiciones laborales que se encontraban las futbolistas.
Las deportistas están siendo apoyadas por la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF). Además, el Sindicato Interempresa de Futbolistas Profesionales de Chile (SIFUP) y el Sindicato Mundial de Futbolistas (FIFPro) han manifestado y extendido su respaldo a las jugadoras.
“A través de esta acción judicial buscamos que se declare la relación laboral que existe entre el club y las jugadoras”, expresó Natalia Bravo, abogada patrocinante. “Además la acción es acompañada por la solicitud de que se declare que las condiciones en que se ejerce este trabajo son discriminatorias en relación a la misma actividad desempeñada por el plantel masculino profesional”, cerró Bravo
Según explicó la vocera de ANJUFF, Iona Rothfeld, “para que exista una vulneración de derechos fundamentales, como sucede en este caso, se tiene que tener una relación laboral. Los indicios y hechos demuestran que las jugadoras sí tenían este tipo de relación con Everton”.
Entre los hechos que menciona Rothfeld y que están detallados en la demanda, se encuentran que las futbolistas debían cumplir con horarios de trabajo de lunes a viernes, jornada que a veces se alargaba los fines de semana y algunas horas extras para evaluación nutricional. En caso de inasistencia se les sancionaba con acciones que podían ir desde una reprimenda verbal individual o pública, o incluso podía significar la no convocatoria al partido de la competencia del campeonato nacional. A este se le suma que las jugadoras no podían hablar con la prensa sin antes pedir permiso al club y, además, hasta hoy el club tiene retenido su pase.
La demanda
En concreto, la demanda indica que Everton de Viña del Mar vulneró dos derechos fundamentales de sus jugadoras: el derecho a la igualdad y no discriminación; y la libertad de trabajo.
Sobre el primero, las futbolistas acusan que fueron discriminadas, en una primera instancia, por género, pues sus pares del plantel masculino tienen mejores condiciones laborales (contrato, sueldo, entre otros). En segundo lugar, en relación a sus pares en otros clubes, pues hay jugadoras que sí tienen contrato laboral y participan del mismo campeonato.
En relación a la libertad de trabajo, según indica la demanda, el club vulnera su libertad de trabajo pues aún sostiene el pase de las exjugadoras. “Nosotras seguimos perteneciendo al club hasta febrero de 2022 y no podemos trabajar para ningún otro club chileno en campeonatos organizados por la ANFP”, señalan las deportistas en la demanda.
“La demanda es algo inédito y puede cambiar la historia de la profesionalización del fútbol en Chile. La ANJUFF se creó con el objetivo de desarrollar el fútbol femenino y apoyar a las jugadoras en estas causas, y estamos tremendamente convencidas de que vamos por el camino correcto. Estas jugadoras han tenido que pasar por mucho y han sido muy valientes por dar a conocer su caso y optar por esta vía”, concluyó Rothfeld.
Cabe destacar que, según explicita la demanda, Everton habría vulnerado derechos resguardados en el código del trabajo, en la Constitución, tratados internacionales –como CEDAW y OIT– y el mismo reglamento de la ANFP, donde se reconoce el vínculo laboral entre las jugadoras y los clubes.
Apoyos del mundo del fútbol
Los respaldos a la acción legal iniciada por las futbolistas no se han hecho esperar. Desde Holanda, el secretario general del Sindicato Mundial de Futbolistas, Jonas Baer-Hoffmann, indicó que “las jugadoras son trabajadoras según cualquier definición internacional, pero más aún son ciudadanas que disfrutan del derecho a la igualdad”. En ese sentido, Baer-Hoffman, destacó la urgencia de enmendar las condiciones en las que se desarrolla el fútbol femenino: “Es hora de un compromiso genuino para brindar a las mujeres un camino creíble que se construya en torno al respeto por sus necesidades como personas y atletas. Ser reconocidas como trabajadoras y ser tratadas por igual es fundamental para eso”.
Por su parte, el Sindicato Interempresa de Futbolistas Profesionales de Chile (SIFUP), a través de su presidente, Gamadiel García, manifestó su apoyo a las acciones legales. “Como sindicato, buscamos que el fútbol tenga las mismas características, en cuanto a derechos y obligaciones, en cada una de las categorías profesionales. El derecho a la igualdad y no discriminación en el fútbol femenino es uno de los pasos que se deben dar y esta demanda busca eso”.