AFP
El legendario boxeador Mohamed Alí completó este viernes su último viaje en una procesión hacia la tumba que mezcló emoción, gloria y fervor universales.
Miles de personas despidieron al deportista con gritos, pancartas y flores en un masivo cortejo fúnebre por las calles de su ciudad natal de Louisville.
Los presentes, en un ambiente festivo, aplaudieron, se tomaron fotos, lanzaron globos y entonaron al unísono el nombre de Alí en una larga mañana soleada.
La procesión arrancó cerca de las 10:30 horas locales, casi una hora después de lo planeado, y recorrió 30 emblemáticos kilómetros de la infancia de "El más grande".
Durante más de dos horas, el féretro avanzó despacio por la ciudad de 600 mil habitantes del sur de Estados Unidos, en el estado de Kentucky, donde nació el astro del boxeo y defensor de los derechos civiles que falleció hace una semana a los 74 años tras más de tres décadas de intensa lucha contra la enfermedad de Parkinson.
El cortejo pasó por delante de la casa en la que creció, el Alí Center y el Center for African American Heritage – que destaca la vida de los negros en Kentucky – y por el Bulevar Mohamed Alí, antes de llegar al cementerio Cave Hill, donde fue sepultado en la más estricta intimidad.
La procesión contó con una veintena de limusinas que transportaban a los hijos y los nietos de Mohamed Alí, así como a las personalidades que llevaron su féretro: el actor Will Smith y los ex campeones del mundo de los pesos pesados Lennox Lewis y Mike Tyson.
Un héroe universal y polifacético
El masivo cortejo fúnebre recorrió las calles de su ciudad natal de Louisville. (Foto: Reuters) |
Entre los miles que se congregaron al borde de las avenidas se encontraban personas llegadas desde África o Asia.
Para este último homenaje, Toya Johnson, una mujer negra que reside en el barrio en el que creció Alí, lucía una camiseta con su imagen.
"Le habría encantado que la gente se reuniera como hoy y eso es lo que estamos haciendo. He llegado a las 07:00 para estar segura de poder situar mi silla en la sombra. Estoy orgullosa de estar aquí", confió a la AFP.
"Encarnaba la esperanza para todo este barrio, los jóvenes siempre le han tomado como ejemplo", añade.
El boxeador con paso de bailarín y puños de acero descansará en la ciudad donde nació, Louisville, en el corazón de un país que lo vilipendió o lo idolatró, de acuerdo a los tiempos.
Tras haber crecido bajo la segregación racial en una ciudad donde los lugares públicos le estaban prohibidos, era imperativo que hiciera allí su último trayecto, tomando prestadas las calles bautizadas con el nombre que él mismo escogió al convertirse al Islam.
El entierro, en presencia de los hijos de Alí, se hizo en absoluta intimidad. El actor Will Smith y los ex campeones mundiales de boxeo Lennox Lewis y Mike Tyson cargaron el ataúd junto a otras cinco personas en el cementerio Cave Hill.
En ese enorme espacio verde está igualmente sepultada Patty Hill, quien escribió la célebre canción "Happy Birthday to You", conocida en el mundo entero. Será como un guiño a la universalidad del legendario boxeador.
Un "mecenas generoso", cuyo nombre no ha sido revelado, había prometido recubrir de pétalos de rosas rojas la senda final hacia la tumba.
Pero, en la práctica, ¿quién fue enterrado este viernes en Louisville?
¿Fue el pequeño Cassius Clay, conmocionado por el robo de su bicicleta? ¿O el gigante del ring, derribando a pesos pesados en los "combates del siglo"? ¿O fue el adversario obstinado a la guerra de Vietnam? ¿O el poeta que "vuela como mariposa (y) pica como abeja"? ¿O el militante atraído por la radical visión de Malcom X? ¿O el pacífico humanista que pregonaba la tolerancia religiosa?
En rigor, fue todos ellos en un solo hombre.
"Prisionero de su cuerpo"
Miles de personas despidieron al deportista. (Foto: Reuters) |
Esa era la tarea de los que pronunciaron los discursos fúnebres en honor a este personaje de leyenda, en su ceremonia de despedida.
Estaba previsto que el ex presidente Bill Clinton fuera uno de los oradores, así como el comediante Billy Cristal.
Distribuidas gratuitamente, las 15.500 entradas para participar en el cortejo se agotaron el miércoles en media hora, provocando su venta en el mercado negro.
Una vez cerrado el paréntesis de los últimos homenajes públicos, Louisville y sus 600 mil habitantes recuperarán la tranquilidad y sus costumbres.
"Mi héroe estaba prisionero de su cuerpo", dijo a la AFP Fred Dillon, un taxista local, en alusión a la enfermedad de Parkinson que durante tres décadas padeció Alí. "Ahora ya puede volar como una mariposa".