La Fórmula 1 sigue totalmente dominada por RedBull, que logró el récord de victorias consecutivas con su doceavo triunfos en línea, principalmente gracias a su monoplaza de primer nivel, pero también al gran momento de Max Verstappen.
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Pero no todo son buenas noticias para el neerlandés, porque se quedó sin su trofeo del Gran Premio de Bélgica luego de la enérgica celebración. O al menos, no quedó en una sola pieza.
Mientras el podio festejaba con la tradicional champaña, Lando Norris abrió su botella golpeándola con la tarima, pero con el rebote que generó el piloto de McLaren el trofeo tambaleó y se cayó, por lo que se quebró en varias partes.
El británico rápidamente fue a abrazar al campeón del mundo entre las risas de todos por el chascarro que vivieron. Pero no es la primera vez que Norris vive una situación así, porque en Silverstone le sucedió exactamente lo mismo, aunque en esa oportunidad la copa pudo resistir el golpe.