Serbia, en rigor, suma su segundo título mundial en esta categoria, ya que para efectos futbolísticos, el campenato obtenido por Yugoslavia en 1987 en el Mundial organizado por Chile, suma a los logros obtenidos por la actual Serbia, que en 1992 se constituyó como República de Serbia y que desde el 2006 se reconoce como Estado de Serbia.
En un partido de infarto, los europeos se quedaron con su primer título mundial de la categoría Sub 20. Ahora bien, antes de cualquier análisis, la imagen que quedó en la retina de todos fue que tres jugadores brasileños tocaron la copa antes de jugarla.
El equipo balcánico de Veljko Paunovic se puso en ventaja con tanto del delantero Stanisa Mandic (70'), pero enseguida el centrocampista del Manchester United Andreas Pereira igualó (73') para el once de Rogerio Micale con un golazo de jugada personal, estirando el misterio a la prórroga, en la que los serbios por tercera vez en el torneo se llevaron el triunfo antes de llegar a los penales, vía por la que sí superaron a Estados Unidos en cuartos (6-5), por lo que en total el nuevo campeón tuvo que luchar 120 minutos en los cuatro partidos de eliminación directa.
En octavos los serbios se habían salvado ante Hungría (2-1) y en semis frente a Mali (2-1).
"Estoy muy feliz de haber enviado un mensaje en este torneo, un mensaje de unidad, pasión y de jugar con el corazón. Y espero que podamos ayudar a unir a nuestra gente para vivir pacíficamente después de 20 años de conflictos", dijo Paunovic tras la consagración.
"Este resultado es la consecuencia de un proyecto que se ha construido durante varios años. El trofeo nos da confianza y también credibilidad, lo que es muy importante", añadió.
Brasil, campeón en 1983, 1985, 1993, 2003 y 2011, estuvo cerca de la victoria que buscó desde el comienzo, pero la falta de un atacante contundente le impidió volver a festejar después de una campaña en la que había ido de menor a mayor, ganando su fase de grupo con triunfos ante Nigeria (4-2), Hungría (2-1) y Corea del Sur (3-0) y luego por penales en octavos (5-4 a Uruguay) y cuartos (3-1 a Portugal). para aplastar en semifinales a Senegal (5-0).
"Cuando di mi primera entrevista en este Mundial y me preguntaron qué equipo podía ser la sorpresa dije Serbia", afirmó Micale, quien de esa forma no se vio sorprendido por la derrota.
"Me voy de Nueva Zelanda y del Mundial con buenas sensaciones sobre lo que hemos hecho. Recién estamos empezando el trabajo con estos jugadores y probablemente harán cosas buenas para Brasil en el futuro", añadió.