Bombas de ruido, fuegos artificiales, cajas registradoras y hasta un celular fueron los objetos lanzados a la cancha David Arellano del Estadio Monumental, lo que terminaría por suspender el clásico entre Colo Colo y Universidad Católica por el Campeonato Nacional 2020.
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Un pobre espectáculo de orden y seguridad en el reducto de Macul, donde se registró hasta un pequeño incendio detrás de la galería Arica, donde habitualmente se ubica la Garra Blanca, la barra brava del club popular.
El mismo vicepresidente de Blanco y Negro, Harold Mayne-Nicholls, de hecho, indicó que no estuvieron "a la altura" de la organización del espectáculo deportivo.
Allí, fue el petardo que detonó a un lado de Nicolás Blandi, delantero de Colo Colo, lo que terminó por suspender el partido, dejando al jugador con un trauma auditivo y algunos cortes en sus piernas por las esquirlas desprendidas del fuego de artificio.
Incidentes que tienen a Colo Colo arriesgando duras sanciones por parte de la ANFP y el Tribunal de Disciplina. Esto, ya que según lo que dicta el artículo 66 del Código de Penalidades, los albos pueden ser castigados por "conducta impropia", donde se puede realizar un amonestación al cuadro dueño del recinto, como también dar una multar que va desde las 10 a 100 unidades de fomento.
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Y no es lo único, ya que podrían ver mermada su recaudación de entradas en el Monumental, con la prohibición de jugar con público de una a cinco fechas como parte de las sanciones —todo dependiendo de cómo se exponga el caso, y la misma defensa del club—.
Panorama complejo para Colo Colo, quien solo deberá esperar a la resolución que tome la ANFP en Quilín, además de tener los ojos puestos en los próximos partidos desde Conmebol, considerando su participación en Copa Libertadores.
