Representó a su país dos veces en los Juegos Olímpicos y el lunes se convirtió en la primera mujer en ganar el maratón de Boston desde 1985, pero la actuación de Desiree Linden no fue la gran historia de la histórica prueba.
Ese honor correspondió para la corredora que llegó en segundo lugar, Sarah Sellers, quien completó la distancia de 42,195 kilómetros en dos horas y 44 minutos.
Es un tiempo que alcanzó una nueva dimensión al tratarse tan sólo de la segunda vez que la hasta ahora desconocida enfermera de 26 años corría un maratón en su vida.
La primera había sido el pasado mes de septiembre en Huntsville, Utah, donde logró ganar estableciendo un nuevo récord para la prueba y la clasificación para disputar el prestigioso maratón en Boston.
"Viendo el perfil de las participantes me hubiera quedado eufórica de haber finalizado entre las 15 primeras", le dijo Sellers a Kelly-Leigh Cooper, de la BBC.
"La gente sabe que yo corro, pero fue algo que me tomó completamente por sorpresa, por lo que también fue una sorpresa para ellos".
"En una lavadora"
Sellers decidió participar en la carrera luego de saber que su hermano iba a correr en ella.
Lo primero que hizo fue clasificarse y luego pagar los US$185 de la inscripción, monto que recuperó al recibir el premio de US$75.000 por su segundo puesto.
El sorpresivo resultado de Sellers no fue el único que se dio en la edición número 122 del maratón más antiguo del mundo, que se disputó bajo condiciones extremas de lluvia y viento.
"Parecía que estabas corriendo en una lavadora", bromeó.
"Antes de la carrera estaba nerviosa por las colinas, pero cuando llegué ahí tuve que luchar tanto contra el viento que no sentí que las subidas fueran un problema".
Cuando fue preguntada sobre si tenía pensado convertirse en profesional, Sellers se río.
"Definitivamente voy a competir otra vez. Antes de la carrera no pensaba en lo que iba a pasar después, pero seguiré corriendo, me encanta", aseguró la corredora que durante su época de estudiante ganó varios títulos de atletismo.
El ganador en la categoría de hombres fue el japonés Yuki Kawauchi, otro corredor aficionado que trabaja 40 horas a la semana como funcionario del gobierno japonés.
Como parte de su entrenamiento, disputó una media maratón vestido con una disfraz de oso panda.