De tanto en tanto ocurren, y tienen una larga historia: los tecnopánicos, ese temor extremo a las nuevas tecnologías y los cambios que pueden traer, nos han acompañado desde la noche de los tiempos.
Quizás el más famoso fue el que ocurrió en el del siglo XIX protagonizado por los luditas, aquellos que destrozaban maquinarias en Inglaterra en nombre de un personaje mítico llamado Ludd.
No frenaron el curso de la Revolución Industrial pero dejaron la palabra "ludita" para designar a aquellos que se niegan a manejar las últimas novedades tecnológicas.
O, tal vez tienes la edad suficiente para recordar qué significa Y2K, ese temor que acompañó la excitante anticipación por la llegada del nuevo milenio.
El susto era por la posibilidad de que el mundo se paralizara en el primer segundo de esa nueva era pues los relojes de los sistemas informáticos no habían sido pensados para empezar con "2" la cuenta de los años.
Ese tecnopánico no era irracional, pero algunos lo han sido, como verás en este recuento.
La memoria y la escritura
Con el advenimiento de la escritura, hubo advertencias de que iba a atenuar la memoria de la gente.
En realidad, las culturas con tradición escrita recuerdan más que las culturas basadas puramente en la tradición oral.
La impresión de libros y la religión
Las máquinas para imprimir libros alimentaron la explosión de la literatura y el acceso a la información.
La democratización del conocimiento hizo que la Iglesia católica sintiera seriamente amenazada.
Los libros y la confusión
Los aterradores libros de nuevo.
Para 1565 la disponibilidad de libros causaba temores de una abundancia confusa y dañina de libros.
Temores infundados.
Periódicos y aislamiento
Cuando los periódicos se imprimieron por primera vez, la gente ya no necesitaba ir a misa para recibir las noticias desde el púlpito.
Eso despertó temores de que la lectura independiente de las noticias provocarían aislamiento social.
Máquinas y desempleo
La llegada de los telares industriales y las máquinas de hilar dejaron a los artesanos sin trabajo, pues fueron reemplazados por mano de obra menos calificada y más barata.
Eso provocó las disturbios ludistas.
En este caso, el miedo era justificado.
Trenes y úteros
Los críticos de las primeras locomotoras de vapor pensaban "que los cuerpos de las mujeres no estaban diseñados para ir a 80 kilómetros por hora", y les preocupaba que "los úteros [de las pasajeras femeninas] salieran volando de [sus] cuerpos a esa velocidad ".
Sobra decir que no sucedió así.
Otros temían que cualquier cuerpo humano podría simplemente derretirse a altas velocidades.
Electricidad y shocks
Cuando Michael Faraday generó energía eléctrica por primera vez en 1831, había un miedo generalizado a las descargas eléctricas, y con razón.
Los shocks eléctricos siguen siendo temibles en el siglo XXI.
Trenes y columna vertebral
En esa época se pensaba que los accidentes ferroviarios causaban algo que llamaban "columna vertebral de ferrocarril", una condición nerviosa que se daba en personas sin heridas físicas.
Una posibilidad es que estuvieran sufriendo de latigazo cervical, aunque también se piensa que en muchos casos se trataba de lo que hoy llamamos a esto estrés post-traumático, y es una preocupación muy real.
Bombillas y asediadores
Cuando la luz eléctrica por fin llegó a los hogares, la falta de oscuridad, curiosamente, causó temor.
Se temía que las mujeres y los niños fueran visibles para los depredadores cuando se encendieran las bombillas en el interior de las casas.
El problema fue resuelto con cortinas.
Noticias y miseria
Las malas noticias viajan rápido.
"Las penas de cualquier parte del mundo, se convierten en las penas de individuos en todas partes", dijo el neurólogo George M. Beard, sobre el telégrafo y la prensa.
Los estudios tienden a estar de acuerdo hoy.
Teléfonos y espíritus
Después de que William Bell patentó el teléfono, hubo gente a la que le daba susto pues creían que los malos espíritus viajaban por los cables de conexión, una idea francamente aterradora.
Por suerte se comprobó que mientras la luz sí puede hacerlo, los malos espíritus definitivamente no.
Teléfonos y amigos
El nuevo medio de comunicación también preocupó a muchos quienes pensaban que acabaría con los encuentros sociales cara a cara.
Lo cierto es que su uso permitió mantener el contacto con familiares y amigos que estaban lejos.
El fonógrafo y la música en vivo
En su artículo "La amenaza de la música", el compositor John Philip Sousa habló de su preocupación por que la grabaciones para los gramófonos remplazaran los conciertos en vivo.
No lo hicieron, al menos, no por completo.
Los tubos neumáticos y la comunicación
La historia de EM Forster "La máquina se detiene" describe un mundo en el que las personas solo se comunican por mensajes enviados a través de tubos neumáticos, un sistema de comunicación que se usaba en la época.
Servía para enviar cosas urgentes -como cartas o dinero- a distancias cortas. Las metían en unos contenedores cilíndricos propulsados a través de una red de tubos por medio de aire comprimido o de vacío.
No sucedió con ese sistema pero más tarde el correo electrónico y los mensajes de texto nos llevaron más cerca a ese escenario de ciencia ficción.
La radio y los deberes
En 1936, la revista Gramófono advirtió que la "emoción que llega a través de los altavoces" distraía a los niños y no hacían las tareas.
No tuvieron en cuenta que, con altavoces o sin ellos, ese es un problema perenne.
Fluoruro en agua y salud
En pequeñas concentraciones en el agua potable, el fluoruro no causa nada peor que dientes manchados.
No son los cánceres y el daño óseo a los que muchos le temen desde la década de 1950.
La televisión y los rayos X
Tras producir televisores defectuosos que emitían rayos X, General Electric advirtió que la gente no debía sentarse demasiado cerca a sus aparatos.
Después, resolvió el problema.
Pero la idea de que sentarse demasiado cerca del televisor puede dañar sus ojos sigue viva.
Hornos microondas y radiación
Un microondas cocina a la persona que se para cerca, ¿verdad? No. Puros rumores.
Las microondas están contenidas en el horno y se apagan cuando se abre la puerta (a menos que el horno esté defectuoso).
Videojuegos y adicción
Una preocupación justificable.
La adicción a los videojuegos es real, y es posible que haya millones de personas afectadas.
HAARP y conspiración
HAARP, un proyecto de investigación de comunicaciones por radio a gran altitud del gobierno de EE.UU., y tema favorito de los conspiradores.
Acusado de causar el terremoto de 2011 en Japón y derribar el avión que hacía el vuelo 370 de Malaysia Airlines (que desapareció en marzo de 2014 con 227 pasajeros y 12 tripulantes), entre otros.
Vacunas y autismo
A pesar de que la comunidad médica y científica de todo el mundo apoya de forma unánime la conclusión de que no existe evidencia que relacione la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubeola) y el desarrollo de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), tras estudios en millones de niños, la polémica no se acalla.
Y este es un pánico infundado cuyas consecuencias son graves.
WI-FI y sensibilidad
Los síntomas descritos por quienes padecen "hipersensibilidad electromagnética" son reales, pero no existe una base científica para vincularlos a campos electromagnéticos como las señales wifi.
Turbinas de viento y sufrimiento
Los síntomas reportados por los pacientes con Síndrome de Turbina de Viento (dolores de cabeza y problemas para dormir) probablemente sean causados por un efecto nocebo, no por emisiones de sonido de baja frecuencia.
El efecto nocebo ocurre cuando las expectativas de efectos negativos, conscientes o no, de una persona empeoran los síntomas o signos de una enfermedad.