Se fugó desde un recinto de Gendarmería donde cumplía una condena de diez años por tráfico de drogas, pero por más de un año, nadie lo buscó. Ni siquiera existía una orden de detención en su contra... Las autoridades chilenas volvieron a saber de él hace un mes, luego que en Bolivia asesinara a sangre fría a un estudiante de medicina que trabajaba como guardia de seguridad.
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