Amazon va a comercializar un robot que puede patrullar casas, un aparato de ciencia ficción hecho realidad según el gigante tecnológico, pero una herramienta de vigilancia potencialmente preocupante para sus críticos.
El grupo estadounidense presentó el martes el robot "Astro" como un avance mayor para los consumidores preocupados por la seguridad.
La máquina con ruedas y una tablet puede cartografiar una casa y responder a comandos vocales para apuntar su cámara a una pieza u otra. También puede reconocer rostros, aprender hábitos de los miembros del hogar y recordar a cada uno sus actividades.
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Con una altura de 60 centímetros y un peso de menos de 10 kg, costará 1.000 dólares en Estados Unidos en un primer momento, y luego 1.450.
"Cuando estén fuera de casa pueden usarlo para patrullar su hogar", declaró Dave Limp, vicepresidente de Amazon, en un video difundido el martes.
Astro también puede verificar que todo esté bien en casas de ancianos.
"Es ciencia ficción hecha realidad", se regocijó en el mismo video que Limp Suri Maddhula, miembro del proyecto.
"En algunos escenarios, una cámara de vigilancia como está en casa puede ser útil", reconoció Matthew Guariglia, analista de la ONG Electronic Frontier Foundation, que defiende los derechos humanos en línea.
Pero anota que el aparato también puede servir de caballo de Troya para piratas informáticos o la policía.
Limp trató de atajar los recelos durante una conferencia de prensa. Precisó que los usuarios pueden bloquear los objetivos y micrófonos del robot, que emite sonidos y mensajes si alguien trata de hackearlo.
También afirmó que Amazon no tiene acceso a las cámaras a distancia de Astro, y por lo tanto "no podrá nunca dar acceso a la policía o a servicios de emergencia".
En 2019 el grupo de Seattle fue criticado tras la revelación de que empleados escuchaban conversaciones grabadas por su asistente vocal, Alexa, para mejorar el sistema, según Amazon.
Amazon comercializa también bajo la marca Ring una gama de productos que va desde timbres hasta cámaras integradas y alarmas para puertas y ventanas, controvertidos por haber sido usados en el pasado por la fuerza pública