"Jugando con fuego" —o "Too hot to handle" en su idioma original— fue una de las sensaciones de Netflix durante abril. El reality de citas a ciegas de la plataforma de streaming, que mezclaba componentes de otros productos del género de telerrealidad como "Love island", tenía una particularidad que lo hacía único: los participantes no podían tener ninguna clase de contacto físico entre ellos, ni besos ni sexo ni todo lo que hay entre ambas.
No estaban obligados a acatar las reglas, claro, pero cada vez que se dejaban llevar por la tentación les costaba una penalización en dinero.
El premio constaba de US$ 100 mil y, como contaron los productores del programa, un beso les restaba US$ 3 mil, US$ 6 mil por sexo oral y US$ 20 mil por sexo, la "pena máxima".
De todas formas, aunque ninguno de los concursantes favoritos pudo mantenerse aliado con las reglas, con el correr de los capítulos hubo un par de parejas de sí lograron generar un vínculo emocional que iba más allá de lo físico.
Tras un tiempo de terminadas las grabaciones de "Jugando con fuego", y a la espera del estreno del programa para no spoilear a los fanáticos, Francesca Farago y Harry Jowsey confirmaron que continúan juntos, y lo han demostrado con sensuales fotografías —algunas tiernas, también— en sus redes sociales.
Aunque en los reality show nunca se sabe, la pareja mostró esfuerzos por mantenerse junta y por compensar al resto de sus compañeros en el tema monetario.
Antes del término del programa, fueron retados a pasar una noche en una suite privada sin tener sexo por haberles costado al equipo US$ 32 mil. Los participantes pasaron despiertos hasta la madrugada para asegurarse de que no romperían las reglas, y lo lograron, recuperando los dólares perdidos.
Harry, por su parte, reconoció que estaba dispuesto a mudarse de Australia a Vancouver, Canadá, para estar con Francesca.