Mesero, hay un Bulbasur en mi sopa.
Un Squirtle en mi inodoro. Un Nidorin sobre el teclado. Un Vulpix en la puerta de mi casa.
Con la fiebre del juego de realidad aumentada Pokémon Go en pleno apogeo, los reportes de "apariciones" de las pequeñas criaturas en los lugares más fantásticos no paran.
Y eso que todavía no ha sido liberado oficialmente en la mitad del planeta: América Latina, Asia y buena parte de Europa siguen esperando, mientras que la Pokémon Company resuelve inconvenientes, incluida la sobrecarga de sus servidores por la inmensa popularidad que alcanzó allí donde sí se encuentra disponible oficialmente (Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda).
¿Pero qué pasa cuando los amigos de Pikachu aparecen allí donde no son bienvenidos?
¿Y por qué parecen no tener sentido de la ubicación (y siguen apareciendo donde no los han llamado)?
Pero primero lo primero.
Pokémon non grato
Esta es una lista en elaboración, que crece cada día que pasa. Pero por ahora los sitios que los han declarado criaturas non-gratas incluyen:
- El Museo de la Memoria del Holocausto en Estados Unidos. "Jugar el juego no es apropiado en el museo, que recuerda a las víctimas del nazismo", le dijo el director de comunicaciones Andrew Hollinger, a la prensa local. "Estamos tratando de averiguar si podemos excluir al museo del juego".
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El campo de concentración de Auschwitz, en Polonia. Pawel Wasicki, portavoz del monumento, calificó de "falta de respeto a la memoria de la víctimas del campo de concentración y exterminio de la Alemania nazi de muchas formas", en un correo electrónico al periódico The New York Times.
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El cementario nacional militar de Arlington, Virginia (EE.UU.). Su portavoz, Stephen Smith, dijo en una declaración que jugar Pokémon Go sería visto como "inapropiado", aunque al parecer todavía no han encontrado a nadie en ello. Se trató, más bien, de una advertencia.
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El Centro Médico Académico, AMC, un hospital de Ámsterdam (Holanda). "Sí hay un Pokémon enfermo en el AMC, pero lo estamos cuidando bien. Por favor no vengan a visitarlo", dijo la institución en un tuit.
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La estación de policía de Darwin, en el norte de Australia. La incluimos en esta lista por haber sido la primera institución en advertir públicamente a jugadores que no se los dejaría entrar al recinto en busca de Pokémones.
Por qué lo hacen
Como ya te hemos contado, Pokémon Go es un juego de "realidad aumentada": te hace ver la "realidad-real" con elementos de ficción, a través de un dispositivo. En este caso, tu teléfono celular.
Para lograrlo, el juego utiliza datos de Google Maps y los puntos que en éste aparecen marcados (como lugares de interés, parques, museos, etc.).
Los Pokémones mismos son distribuidos en forma aleatoria, con frecuencia sobre la base de sugerencias importadas del juego precursor de Pokémon Go, llamado Ingress.
"El mayor problema son las Poképaradas y gimnasios", le explica a BBC Mundo Mikel Cid, editor del blog de tecnología y especialista en videojuegos para móviles.
"Estos son lugares a visitar por los usuarios que quieran conseguir nuevos objetos, y aunque los desarrolladores aseguran que están en 'lugares emblemáticos', pueden estar en lugares no tan seguros, sobre todo por la noche".
En el caso de los lugares políticamente incorrectos, dice Cid, lo que ocurre es que, en efecto, "simplemente tomó los sitios a visitar de Ingress, por lo que ya deberían estar revisados, pero parece no haber sido así".
De hecho, cuando se presentó la misma situación en Auschwitz con Ingress, la compañía dijo en una declaración que "después de que se nos hiciera notar que cierto número de marcadores históricos de antiguos campos de concentración habían sido añadidos, determinamos que no se corresponden con el espíritu de nuestros lineamientos y comenzamos a eliminarlos en Alemania y otros lugares de Europa".
Como usuario, "no es obligatorio visitar todos los lugares del juego, aunque cuanto más se visiten, más ventaja se obtiene", precisa Cid.
Pero ni él ni otros medios especializados han obtenido una respuesta de Pokémon Company sobre por qué no han limitado la aparición de criaturas allí donde no son bienvenidas.
De momento se añade a la lista de "pendientes por arreglar" de un juego que se ha convertido en todo un fenómeno.
"Deberían tomar cartas en el asunto", concluye el bloguero.