20 minutos antes del inicio de los shows en vivo del SMTOWN LIVE, pasadas las 19:00 horas, toda la locura chilena por el k-pop se concentró dentro del Estadio Nacional. La entrada al recinto de Ñuñoa era expedita y, con esa referencia, cualquiera creería que las imágenes del aeropuerto a la llegada de los artistas y sus paseos por la capital rodeados de fans correspondían a otro país. Pero no.
Con el sol todavía pegando de frente en la tribuna Andes y la mitad del sector de cancha, una pasarela gigante en forma de "Y" se imponía como una extensión del escenario que incluía tres pantallas gigantes y un arco digital por el que pasaba ininterrumpidamente el nombre del grupo que hacía su presentación.
Hyo fue la encargada de abrir la jornada con un dj set que sirvió para calmar la ansiedad de los fanáticos, antes de que NCT DREAM inaugurara el formato concierto. Desde ahí, SMTOWN LIVE marcó diferencias con cualquier otro festival en la manera de narrar el show.
A diferencia de Lollapalooza o Fauna Primavera, acá los integrantes de los proyectos musicales funcionan como si se trataran de una gran agrupación. Y la sorpresa en el orden de los mini-espectáculos es parte de la esencia del mismo: Hyoyeon de Girl’s Generation dijo que tenía “muchas ganas de juntarse con el público chileno”, mientras que Key de SHINee mostró sus dotes de excelente bailarín meneándose al ritmo de “mijito rico”.
Y así sucesivamente, entraba uno, cantaba un par de canciones, y le dejaba su lugar al artista posterior.
Además, entre tema y tema, cada intérprete se presentaba ante el público y sus palabras (de buena crianza hacia los fans, los paisajes de nuestro país y su comida típica) eran traducidas al español gracias a una voz femenina que, tras bambalinas, sonaba fuerte en los parlantes del estadio.
La dinámica, en tanto, iba aumentando en espectacularidad. Si NCT DREAM solo utilizó el escenario central, Irene y Seulgi de Red Velvet fueron las primeras en caminar por toda la extensión de la pasarela. A eso se le sumó, con el correr de la tarde, colaboraciones entre los mismos músicos, fuegos artificiales y unos carritos que trasladaban a los artistas a un segundo escenario ubicado unos metros más cerca de la tribuna.
Hasta allí, eso sí, el SMTOWN LIVE se caracterizó más por el baile que por el canto, salvo contadas excepciones. Las pistas pregrabadas fueron abundantes con el fin de proteger las voces de sus artistas y quitarles responsabilidad al momento de cantar, para que así entregaran una mejor performance al momento de repetir a la perfección las coreografías que ensayan una y otra vez como si fueran los seguidores del género que se reúnen en el GAM.
Y si bien esa manera de producir estrellas ahora pareciera ser una marca registrada de Corea del Sur, el proyecto mira inapelablemente a occidente: durante la tarde noche santiaguina pudo reconocerse una serie de sonidos casi idénticos a Ariana Grande, Dua Lipa, Justin Bieber, Drake o The Weeknd. Al menos, los ya veteranos Super Junior (con cuatro presentaciones en Chile) marcaron la diferencia con un espectáculo mucho más sólido que el del resto de los talentos, uno de mayor presencia escénica y con el chiche de un pequeño set latino que incluye colaboraciones con sus aliados de habla hispana como Leslie Grace, Reik y un cover de Luis Miguel.
La intensa jornada se repite este sábado con eventuales variaciones en las apariciones de los artistas sobre el escenario, según contó la organización. Y tal como en la noche de viernes, concluirá con todos los ídolos saliendo juntos a escena para despedirse del público.