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El misterio del cabello encontrado en un féretro en la abadía de Romsey

El misterio del cabello encontrado en un féretro en la abadía de Romsey
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La pregunta sigue sin respuesta desde 1839. ¿A quién pertenece la cabellera con trenza encontrada en la abadía del sur de Inglaterra? La obsesión de un niño permite estar más cerca de hallar la solución.

Durante los últimos meses, los arqueólogos han estado analizando una cabellera encontrada en un féretro en Inglaterra. ¿Se trata del pelo de una santa?

En octubre de 1839, el trabajo de unos sepultureros se vio interrumpido de forma repentina. Sus herramientas se toparon con algo duro. Se trataba de un féretro. Dentro encontraron pelo. Pelo humano.

En el año 2000, un niño de siete años llamado Jamie Cameron fue a la abadía de Romsey, en Inglaterra, en una excursión escolar.

Allí era donde los enterradores habían hecho su descubrimiento más de un siglo y medio atrás.

En el año 2000, Jamie Cameron se preguntó qué hacía una cabellera expuesta sobre la vitrina de una abadía.

Pronto le llamó la atención la cabellera expuesta en una vitrina y que aún reposaba sobre la "almohada" sobre la que fue encontrada.

La exposición ayudó a persuadir al niño a buscar una carrera en la arqueología.

"Pensé que un día, cuando creciera, podría intentar averiguar a quién perteneció", dijo Jamie Cameron.

Una trenza

Cameron tiene ahora 23 años y ha estudiado arqueología tanto en Cambridge como en Oxford. Y ha estado intentando encontrar una respuesta a la pregunta que le carcome desde hace años.

La cabellera tiene una trenza de varios centímetros de largo.

La cabellera mantiene la forma como si estuviera aún sobre una cabeza inexistente. Según los arqueólogos, las manchas blancas, visibles en las fotos, son restos de cuero cabelludo. Tiene incluso una trenza de varios centímetros de largo.

Cuando fue descubierta originalmente en lo profundo de la abadía fue arrojada a la basura hasta que alguien pensó que debía ser rescata y la recuperó.

La abadía de Romsey es realmente casi como una catedral en un pueblo en el sur de Inglaterra.

Uno de los sepultureros que la encontró en 1839 -un tal J. Major- escribió sobre lo sucedido.

Éste es su relato.

"Comenzamos a trabajar con el pico y la pala, las herramientas apropiadas para excavar. Llegamos a un féretro. Se lo contamos al vicario. Quería saber si había huesos en su interior. En ese caso, no sería retirado. Intenté saberlo haciendo un agujero en la parte de arriba. Metí la mano en la parte de la cabeza y no encontré huesos, sólo el cuero cabelludo de una mujer, tan brillante como el que había visto en mujeres vivas. Había un hueso de un dedo que se pulverizó en cuanto entró el aire. Esta es una historia real del cabello y el féretro".

Era anglosajona

Hasta ahora, sin embargo, hay una gran zona oscura en esa "historia real". Según la zona de la abadía donde fue encontrado, muchos creen que podría datar de los tiempos de los anglosajones. Otros creen que podría ser de los romanos.

Las especulaciones sobre a quién perteneció el cabello proliferan desde hace años.

Hay teorías sobre a quién perteneció el cabello, pero nada más que teorías. Frank Green, que es el consejero arqueológico de la abadía de Romsey, se lo ha estado preguntando durante años.

"Siempre hemos creído que era de una persona con un estatus importante porque había un féretro exterior y otro interior".

Ha habido especulaciones sobre si era el pelo de una santa.

"Las dos santas son Santa Morwenna, que fue la primera abadesa aquí, y Santa Ethelfleda, que es nuestra patrona", dice el vicario de Romsey, el reverendo Tim Sledge.

"Y creo que esto es lo que lo hace romántico y esperanzador. Estas dos santas son únicas de Romsey. Nadie más ha oído hablar de ellas. Ellas son dos de nuestras celebridades sagradas".

Los análisis

Años después de quedar fascinado con el cabello cuando sólo tenía siete años, Cameron finalmente fue capaz de regresar y de investigar.

Un número de la revista "The Gentleman's Magazine" de 1840 publicó un dibujo del misterioso cabello.

Vestidos con un traje blanco como el de los médicos forenses, abrió la vitrina, sacó el cabello de su caja de cristal y cortó una pequeña muestra.

Fue transferido a un equipo de científicos arqueólogos de la Universidad de Oxford expertos en reliquias.

En el Laboratorio de Investigación Arqueológica, el doctor Thibaut Deviese trató parte del residuo aceitoso que se encontró sobre el cabello, un proceso que duró varias horas. Luego fue colocado en una máquina parecida a un horno para realizar una espectometría de masa que separa todas las moléculas.

"Parece que según este análisis había resina de pino en el pelo de esta persona", dice Deviese. Esa resina podría haber llegado del extranjero, sugiere Cameron.

Dieta marina

La espectometría es sólo una de las pruebas. La más importante ha sido la del carbono para saber cuándo vivió la persona a la que le pertenece ese cabello.

"Los tests de radiocarbono que realizamos sugieren que vivió a mitad del último periodo de la era anglosajona", revela Cameron.

El hecho de que esta persona tuviera una dieta marina podría indicar que era miembro de la comunidad monástica.

Según el consejero arqueológico de la abadía, Frank Green, las pruebas todavía no han revelado lo suficiente.

Los resultados muestran que la persona murió casi seguramente entre los años 895 y 1123. Para ser más específico, hay un 68,2% de probabilidades de que muriera entre 965 y 1045.

Los tests revelan también lo que esta persona podría haber comido.

"Logramos obtener señales que indican proteína marina, es decir, pescado", dice Cameron.

Y también está la resina de pino. "No sabemos decir si fue algo que tuvo que ver más con el ritual funerario o con el cuidado capilar durante su vida".

La cuestión crucial, sin embargo, es saber si este análisis científico nos ha acercado más a saber quién era la persona enterrada en ese féretro.

El consejero arqueológico de la abadía, Frank Green, piensa que sí.

¿Una santa?

"El hecho de que esta persona llevara una dieta marina podría señalar de forma específica que se trataba de un miembro de la comunidad monástica".

Hay quien cree que podría tratarse de Santa Ethelfeda.

"Y el contexto del enterramiento en lo que habría sido el transepto sur del edificio anterior, justo enfrente a la entrada de las abadesas, sugiera de forma clara que era alguien vinculado a la comunidad monástica".

De esta forma, 177 después de que el señor Major y los otros sepultureros encontraran el cabello, finalmente sabemos un poco más de él. Fue el pelo de un anglosajón, ¿pero de cuál?

"Creo que a muchos les gustaría pensar que es Santa Ethelfeda", dice Green. "Podría ser su enterramiento".

Pero las pruebas no han revelado lo suficiente como para que los arqueólogos puedan asegurarlo con certeza.

Como indica Green, si ese fue el entierro de la santa patrona de la abadía, ¿por qué la tumba no fue el centro de actividad religiosa y de gran reverencia durante generaciones?

ADN

Los científicos esperan poder realizar algún tipo de análisis de ADN en el futuro.

Podría llegar pronto más información. "Puede ser posible realizar algún tipo de análisis de ADN en el futuro", dice Cameron.

Los estilos de peinado han cambiado obviamente mucho durante los siglos, así que la asunción de que la trenza sugiere que el cabello es de una mujer podría ser un error.

No se puede, por lo tanto, colocar aún un nombre específico sobre la vieja vitrina que resguarda la cabellera, pero al menos ahora la historia que se cuenta a los niños de la escuela que realizan la excursión a la abadía es un poco más completa.

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