Desde hace tres semanas, la vida de Katelyn Thornley se ha convertido en una auténtica pesadilla.
No puede mantener una conversación normal, ni comer, y a duras penas dormir. Sus 12.000 estornudos diarios no se lo permiten.
Durante tres semanas ha estornudando 20 veces por minuto, sin motivo aparente.
"Siento dolor constante en el abdomen y en las piernas. Estoy muy débil y casi no puedo comer", explicó la joven de Texas, Estados Unidos, en una entrevista televisiva para FOX News.
"A veces quisiera despegarme de mi cuerpo por un momento para poder dormir y estar en paz. Incluso en mis sueños estornudo", relata Katelyn.
Y la situación está yendo a peor.
Situación desesperada
"Es muy duro. Cada vez va a más y realmente necesitamos ayuda. No sabemos que hacer", contó Erika Hodges, madre de Katelyn, a BBC Mundo.
Hodges asegura que no esperaban la gran repercusión que está teniendo el caso.
De hecho,el video de la entrevista de su hija en televisión se ha viralizado."Está por todas partes", dice Hodges.IV TV Houston
La madre de la menor explicó a BBC que en estos días ha sido contactada por madres de otras niñas que sufren el mismo problema, en distintas partes del mundo.
Curiosamente, según el testimonio de Hodges, todas las niñas afectadas tienen entre 10 y 12 años.
Aun así, ningún doctor ha logrado todavía detener los molestos estornudos que sufre su hija.
Ni alergia, ni virus
Los problemas comenzaron después de que Katelyn tomara una clase de clarinete.
"Pensé que tenía una alergia o que no había limpiado la boquilla del instrumento de manera correcta", dice la joven.
Pero consultaron a seis doctores y todos ellos descartaron alergias o virus.
Por el momento, no han podido encontrar causa o remedio para este mal.
Y este no es el primer caso en el mundo.
Hace cuatro años, en BBC Mundo reportamos el caso de una niña chilena, Ayleen Cereceda, que sufría el mismo problema -y lograron curarla.
El Hospital Clínico Universidad de Chile sometió a la joven a un tratamiento psicológico y farmacéutico.
Se trataba de "un tic vocal muy raro", confirmó a BBC Mundo, en su día, el médico del hospital que trató a la niña en aquel momento.
Tras saber del caso de Katelyn, volvimos a consultar a los especialistas de este hospital.
"La niña sufría un cuadro respiratorio infeccioso y desarrollaba estornudos y otros movimientos anormales cráneo-faciales, como rascarse la nariz y carraspear", dice el neurólogo Jorge Bevilacqua.
De acuerdo con Bevilacqua, estos movimientos cedían durante el sueño "por lo que fueron interpretados como tics, en una paciente que, de acuerdo a la evaluación psiquiátrica y psicológica,presentaba una personalidad limítrofe" -un trastorno mental de factores genéticos y sociales.
"Los pacientes con personalidad limítrofe tienen una emoción inestable, mezclando rasgos neuróticos y comportamientos obsesivos, entre otras cosas".
Según el testimonio del experto, trataron a la joven "con fármacos neurolépticos y terapia psicológica".
El trastorno de Ayleen tenía, por lo tanto, una causa psíquica.
Sin embargo, en el caso de Katelyn, a pesar de sufrir un trastorno similar, todavía no han encontrado ni diagnóstico, ni cura.
Y las consecuencias de sus continuos estornudos no son sólo físicas; algunos compañeros de la escuela se burlan de ella, según declaró la muchacha en la entrevista.
Actualmente Katelyn no está yendo a la escuela y dos nuevos médicos están examinando el caso.
"Sólo quiero que encuentren una solución pronto, cualquier cosa, lo que sea", dice Katelyn, entre estornudos.