¿Cuántas personas conoces que, al ser despedidos de sus trabajos, toman la decisión de escribir una publicación en Facebook para anunciarlo a todo el mundo?
Te presentamos a Sree Sreennivasan, quien hasta este verano fue el jefe del departamento digital del Museo Metropolitano de Arte, en Nueva York.
Lo primero que hizo Sreennivasan luego de que lo despidieran fue publicar un detallado comentario en Facebook contando todo lo que había pasado.
Explicó que su cargo en el museo desapareció debido a una reestructuración financiera, invitó a sus amigos a tomar café y a caminar por el parque (ahora tenía más tiempo libre), y pidió que llenaran un formulario en Google donde le propusieran ideas sobre cuál pudiera ser su siguiente paso.
Su apuesta pública dio resultados: más de 1.200 personas le dieron "Me gusta" a la publicación, 1.300 llenaron la planilla e incluso le hicieron ofertas de trabajo.
Un par de meses después, le propusieron el cargo de jefe del departamento digital en la Alcaldía de Nueva York, pues habían leído en Facebook que Sreennivasan estaba disponible.
Todo un giro inesperado, ¿verdad? Bienvenidos a 2016 y las nuevas formas de relacionarse para buscar trabajo.
¿Funciona para todos?
Cuando Sreennivasan aplicó su osada estrategia, tenía una red de más de 5.000 colegas y amigos, y ya era un gurú de las redes sociales.
Entonces, ¿funcionaría igual el método para alguien con 500 amigos en Facebook? La respuesta de Sreenivasan es que sí.
"No necesitas hacer un post en Facebook. Puedes escribir a 15 de tus amigos más cercanos y contarles lo que pasó. La idea no es llegarle a millones de personas, sino decirle a gente que pueda ayudarte", dice Sreennivasan.
Y no te limites a pedir ayuda, agrega.
"Sé muy específico sobre las cosas que puedes hacer y qué tipo de proyectos estás buscando, porque incluso tus mejores amigos puede que no tengan idea de lo que haces, cuáles son tus habilidades profesionales, o qué quieres hacer".
Lección aprendida
Uno de los principales consejos de Sreennivasan es que no esperes hasta que necesites a las personas para relacionarte con ellas.
"Busca a las personas cuando no las necesites. Construye tu red profesional cuando no necesitas a tus colegas. Contacta a la gente cuando no la necesites", aconseja Sreenivasan.
Es algo tan sencillo como enviarles un mensaje de texto o hacerles una breve llamada telefónica, o un comentario en su Facebook, para hacerles saber que estás pensando en ellos.
"De esta forma, cuando llegue el momento de necesidad un mes o un año después, todo será más fácil porque estuviste en contacto, y no apareciste solo para pedir algo".
"Ese es el tipo de cosas que te permiten hacer las redes sociales", explica Sree.
Según Claudia Jonczyk, profesora de la escuela de negocios ESCP Europe, esta estrategia también permite entrar en una red más amplia, donde puedes encontrar oportunidades de negocios u ofertas de trabajo.
La gente a veces comente el error de asumir que las oportunidades de empleo o las recomendaciones solo vienen de las personas más cercanas en su red.
"Pero esos individuos suelen tener el mismo tipo y nivel de información que tú tienes", apunta Jonczyk.
En vez de tocar esas conexiones, es más útil llegar a "esas fuentes distantes de información", aquellos que conocen a alguien que esté relacionado con alguien que pueda ayudarte en tu búsqueda.
Huella permanente
Si decides publicar algún mensaje en tus redes sociales, es importante "recordar que en nuestra era digital todo lo que comunicas queda registrado como una huella permanente", dice Adam Lloyd, presidente de la firma de caza talentos Webber Kerr Associates.
De modo que mantén un tono profesional.
"Si tu mensaje no es sostenible en el tiempo, no lo publiques", dice.
Lloyd sugiere preguntarte a ti mismo siempre antes de postear el mensaje: "¿Qué puedo ganar con esto? ¿Qué puedo perder?".
Aunque escribir un texto vengativo contra la empresa donde trabajabas puede hacerte sentir bien en el momento, publicarlo es una mala decisión, incluso si lo haces con la intención de prevenir a otras personas sobre la cultura corporativa de esa empresa o sobre un jefe deshonesto.
Eso quizás te dé cierta atención en las redes, pero la actitud "pudiera ser vista por las empresas como una pésima decisión, que te muestre como una persona de alto riesgo, por lo que terminarías quemando puentes", comenta Lloyd.
Lloyd aconseja hacer pausa antes de darle clic para enviarlo.
"Si decides hacerlo público, sugiero evitar reacciones emocionales inmediatas, nunca tomarlo en forma personal y no divulgar información confidencial de la empresa. Deja que los hechos hablen por ti y mantente positivo".
Adicionalmente, evalúa la plataforma social que utilizarás:"LinkedIn puede que no sea la red más apropiada para postear algo que inicialmente fue pensado para Facebook".
Jonczyk agrega que también hay que tomar en cuenta dónde vives.
"Ser despedido es un tema que se considera más tabú en Francia o Alemania, que en países con un mercado laboral más dinámico y con menos barreras para reingresar", explica.
Por ello, tu contexto es algo a evaluar a la hora de pensar en compartir este tipo de situaciones.
Otro elemento que influye en la decisión de publicarlo o no, es el tipo de trabajo que estás buscando.
Lisa Rangel, directora de la compañía ChameleonsResumes.com, señala que "si las redes sociales y comunicacionales digitales forma parte del tipo de trabajo que buscas, es una decisión inteligente demostrar que sabes manejar esos medios".
"Si, en cambio, el tipo de empleo que quieres es más confidencial o delicado, exponer a todos lo que estás buscando puede que no sea lo mejor. Es una decisión que depende de la situación de cada quien".
Auténtico y humilde
Por otra parte, sin importar qué tipo de búsqueda estés haciendo, evita decir cosas despectivas sobre tu exjefe o la compañía donde trabajabas, sean en la red social o fuera de ella.
"Nunca funciona bien. Asume el despido como una experiencia de aprendizaje", dice Rangel.
Por ello, quizás sea conveniente retomar el enfoque de Sreennivasan: "En una época donde se valora tanto la humildad y la autenticidad, él se hizo más humano y vulnerable", resalta Lloyd.
"No fue irresponsable, sino transparente y sincero. Más allá de exponer una situación desfavorable, mostró su vivencia como una oportunidad para aprender y para conectarse con sus amigos y colegas".