La hazaña de la primera foto de un agujero negro es solo una pista más para entender mejor estos enigmáticos entes galácticos.
Stephen Hawking, el astrofísico que dedicó su vida a estudiarlos, dijo que "los agujeros negros son más extraños que cualquier cosa que hayan soñado los escritores de ciencia ficción".
Einstein ya había predicho que, en efecto, los agujeros negros existen. Y la foto que conocimos esta semana confirmó sus teorías.
Esta imagen nos muestra el Horizonte de eventos del agujero, que sería algo así como el borde antes de caer al abismo.
Pero ¿qué hay más allá de ese punto de no retorno? ¿Qué hay en el interior del agujero?
Un monstruo que se lo traga (casi) todo
La inmensa gravedad que hay en un agujero negro se traga todo lo que cruza el Horizonte de eventos. Ni siquiera la luz puede escapar de ahí.
Pero eso no quiere decir que lo que cae ahí se pierda. O al menos, no del todo.
"Desde afuera, no se puede saber lo que hay dentro de un agujero negro", dijo Hawking en una conferencia en Chile en 2008.
"Puedes tirar televisores, anillos de diamantes o incluso a tus peores enemigos en un agujero negro, y todo lo que el agujero recordará es la masa total y el estado de rotación".
¿Qué quiere decir eso?
Según Hawking, eso significa que un agujero negro contiene montones de información que no se ve, pero está ahí.
Así, el tamaño de un agujero negro refleja la cantidad de información que tiene en su interior.
De hecho, la última investigación en la que participó Hawking antes de morir estuvo enfocada en rastrear esa información y tratar de recuperarla.
Negros, pero no tanto
Hawking también sostuvo que los agujeros no son tan negros como creemos.
Según el científico, los efectos de la física cuántica hacen que los agujeros negros brillen como cuerpos calientes o incluso liberen partículas.
Otros expertos teorizan que en el interior del agujero podría haber una "pared de fuego", algo así como una franja de partículas ardientes.
Además, el gas y el polvo que atrae la gravedad del agujero genera una fricción que los calienta a miles de millones de grados, produciendo gran cantidad de radiación, fugas de energía y partículas cargadas.
Entonces, aunque los agujeros negros lucen como un monstruo devorador de materia, no todo lo que se traga se pierde para siempre.
Para Hawking, esta realidad nos deja una enseñanza mucho más fácil de entender que estos complejos fenómenos cuánticos y astronómicos.
"Los agujeros negros no son tan negros como los pintan", dijo el físico en su conferencia en Chile.
"No son las prisiones eternas que alguna vez pensamos. Las cosas pueden salir de un agujero negro, ya sea hacia el exterior y, posiblemente, hacia otro universo".
"Así que si sientes que estás en un agujero negro, no te rindas. Hay una salida".