La transformación digital vivió una profunda aceleración a finales del 2019 y comienzos de 2020, a partir de la pandemia por Covid-19 que modificó la manera de trabajar, emprender, estudiar, entretener e intercambiar valor en todo el mundo.
Los procesos digitales de las organizaciones han debido adaptarse, ser más eficientes y productivos, para establecer una nueva relación con los trabajadores, usuarios y consumidores. Las aplicaciones en este sentido son clave y están en permanentemente escrutinio: se espera que toda interacción digital sea perfecta.
“Se requiere un cambio cultural para que las compañías piensen desde otro ángulo sus estrategias de negocio y su ejecución. Y para conseguirlo, están acelerando su migración a la nube, llevándolos a entornos multinube híbridos, que brindan eficiencia, flexibilidad y resiliencia”, comenta Cristián Castro Carriel, Regional Vice President SOLA & LATAM de Dynatrace.
Las expectativas son altas, lo que genera retos ante recursos cada vez más limitados. La investigación de Propel Software 2022, indica que un 54% de los usuarios de software comenta que dejarían de usar una marca después de una sola mala experiencia con una empresa.
En este contexto –en el que el 91% de las empresas a nivel mundial están desarrollando iniciativas de transformación digital (Gartner, 2018) – las compañías requieren sistemas que permitan obtener información confiable y oportuna sobre el estado en que se encuentran sus aplicaciones y sistemas, a través de la recopilación y el análisis de millones de datos.
Y la simple monitorización de datos resulta ser una práctica antigua. Es por ello que se debe escalar a las nuevas tecnologías e implementar sistemas, como la Observabilidad, para entender y comprender el estado interno del sistema informático.
La Observabilidad hace referencia a las herramientas y prácticas de software que generan la capacidad de un sistema o red para ser observado y medido de manera efectiva. Es fundamental para detectar y monitorear posibles amenazas o vulnerabilidades en una red, ya que no sólo permite obtener información detallada sobre el estado y el comportamiento, sino que puede anticipar escenarios de riesgo para el negocio.
Dynatrace, compañía especialista en ofrecer respuestas y automatización inteligente a partir de los datos, creó una lista de cinco ventajas que entrega la Observabilidad para la implementación exitosa de un negocio en un entorno digital.
- Capacidad de predicción: ayuda no sólo a encontrar los problemas, sino también anticiparse y generar respuestas para la toma de decisiones. Permite relacionar incidentes del pasado -incluidas las tendencias de ventas, experiencia del cliente, la estacionalidad, el estado de las aplicaciones en la nube y otros comportamientos históricos- con el fin de generar alarmas que detecten en tiempo real comportamientos atípicos. Así se pueden prevenir interrupciones en el servicio o conflictos que afecten la experiencia digital y la continuidad del negocio.
- Determinación: utiliza respuestas basadas en hechos, deterministas, precisas, así como automatización inteligente, a partir del análisis de enormes volúmenes de datos. Al mismo tiempo, las herramientas de Observabilidad permiten conservar un contexto preciso, que refleja la fuente de cada punto de datos.
- Creación de soluciones: con la ayuda de la IA (Inteligencia Artificial), la Observabilidad es capaz de crear soluciones o recomendaciones sobre cómo resolver tareas específicas en el contexto del entorno y la situación del cliente.
- Diversificación: la Observabilidad es aplicable diversos tipos de mercados, adaptando sus ventajas según el foco de negocio del cliente. Por ejemplo, en el ámbito financiero, puede utilizarse para mejorar la eficiencia y la productividad de la banca, determinar las causas de interrupciones del soporte digital, precisar el tiempo de transacciones y disminuir el porcentaje de clientes o suscriptores que dejan de utilizar los servicios.
- Experiencia: además la Observabilidad trae otras ventajas al negocio como: la experiencia de usuario mejorada, mayor velocidad de ejecución para el desarrollador y mejor flujo de trabajo, lo que crea instancias más satisfactorias y productivas.