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Política

Marcelo Mena: "Este gobierno estableció un antes y un después en el tema medioambiental"

Marcelo Mena: "Este gobierno estableció un antes y un después en el tema medioambiental"
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El ministro del área se convirtió en un aliado clave de la presidenta Bachelet en la recta final de su gobierno tras la salida del equipo económico por la resolución del proyecto Dominga. Aquí descifra la agenda ambiental y explica su nuevo rol más cerca de la Mandataria.

Por Juan Diego Montalva

Diez días bastaron para que el rechazo del proyecto Dominga terminara en una crisis política inédita desde el retorno a la democracia en 1990. La decisión del comité de ministros respecto al proyecto minero Dominga culminó el 31 de agosto con la salida del gabinete del ministro de Hacienda, su subsecretario y el titular de Economía. Por primera vez en los últimos 27 años, todo el equipo económico abandonaba el gabinete con el titular de Hacienda, Rodrigo Valdés, reconociendo falta de apoyo: “Las cifras económicas comienzan a mostrar un mayor dinamismo, avanzar sostenidamente hacia mayores niveles de crecimiento requiere disciplina y convicción del Gobierno y abrir espacios para que el sector privado pueda desplegar su iniciativa con reglas claras y estables, pero creo que no logré que todos compartieran esta convicción”, declaró Valdés en una escueta conferencia de prensa en Teatinos 120.

Cuando Valdés mencionó que no había logrado “que todos compartieran” sus planteamientos respecto al crecimiento, muchos pensaron en el ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, el gran protagonista del rechazo a Dominga. Desde ese episodio hubo una seguidilla de gestos de la presidenta Michelle Bachelet a su ministro de Medio Ambiente que ayudaron a fortalecer la idea de que Mena asumía protagonismo en la etapa final de este gobierno. La última demostración fue el discurso medioambientalista de la mandataria ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en que anunció una serie de medidas en la materia desconocidas hasta ese momento.

-¿Usted es el ministro regalón de la Presidenta Bachelet?

-No, para nada. Hay mucha gente que ha estado trabajando con la Presidenta en el tema medioambiental, a mí solamente me tocó llegar en la etapa final de consolidación de una cantidad de tareas que se iniciaron hace cuatro años y que ahora se están ejecutando. Es el caso del tema oceánico, los parques de la Patagonia, el tema de la descontaminación, la agenda climática. Esto no se inventó hace un par de meses.

-¿Usted no es el responsable? ¿Hay que atribuirle estos logros a su antecesor, Pablo Badenier, que renunció hace cinco meses?

-Fui parte del programa de gobierno y fui subsecretario, por lo tanto, harto de lo que hoy tenemos tiene que ver con lo que yo impulsé y evidentemente hay un aporte importante del ex ministro Badenier.

Nunca conversé con el ministro (Badenier) sobre el proyecto (Dominga)
Marcelo Mena

-¿Qué se siente al ser indicado como responsable de la salida del equipo económico del gobierno?

-No fui responsable, solamente hice mi trabajo. El desenlace depende de otros actores. La Presidenta es la que tiene la prerrogativa de definir su gabinete.

-Cuando dice que usted sólo hizo el trabajo en la decisión de Dominga, ¿cuál fue esa labor?

-Defender la institución ambiental, actuar de acuerdo a derecho y a la institucionalidad ambiental. Actuar de acuerdo a los aspectos técnicos que fundaron el rechazo del proyecto Dominga. Eso fue todo lo que hice, se ha escrito mucho al respecto, pero mi tarea es seguir trabajando para que los proyectos que cumplan las normativas se aprueben y si no cumplen las normativas se rechazan.

-¿Fueron días tensos?

-Para nadie es fácil estar en un conflicto, sin embargo, siempre tenía la tranquilidad de que habíamos obrado bien, fuimos trasparentes en la protección de la institucionalidad ambiental.

-Se ha dicho que su antecesor, Pablo Badenier, estaba a favor de Dominga y usted fue el opositor al proyecto. ¿Si hubiera estado Badenier sería otra la historia?

-Nunca conversé con el ministro sobre el proyecto. Creo que uno no puede manifestarse respecto al proyecto sin haber visto los antecedentes técnicos necesarios para tener una opinión. Mi opinión se formó recién cuando se entregaron los antecedentes por parte de los servicios y había uno que era muy contundente que determina de forma absolutamente libre un pronunciamiento bastante severo respecto al proyecto Dominga.

Este despertar verde de la presidenta Bachelet no es reciente
Marcelo Mena

-¿Qué fue lo que lo hizo oponerse al proyecto?

-Fundamentalmente el tema de calidad de aire, temas de ruido, de falta de línea de base. Hubo otros servicios que coincidieron con este diagnóstico.

-¿Es verdad que el tema clave fue el puerto?

-Sí, fundamentalmente el puerto, a pesar de que creo que el tema de calidad de aire de la mina no estaba abordado. Eso quedó un poco en segundo plano respecto al puerto, pero el ministerio de Medio Ambiente se pronunció disconforme respecto a la calidad de aire porque emitía miles de toneladas de material particulado, que eran equivalentes a la ciudad de Santiago y afectaban la calidad del aire de la zona.

-¿Pero los informes del proyecto no decían eso?

-Como experto de calidad de aire lo detecté junto al equipo de calidad de aire y descubrimos que efectivamente había un problema relativamente importante.

Agenda verde

-Bachelet en su primer gobierno no tuvo una agenda verde, de hecho, incluso tuvo declaraciones en que defendió el proyecto de HidroAysén.

-Nunca lo apoyó.

-Lo apoyó en sus inicios.

-No me acuerdo exactamente de eso, pero efectivamente la evaluación ambiental del proyecto HidroAysén, y que fundó el rechazo del comité de ministros, se realizó el año 2009. Me da la impresión que no existieron los antecedentes para aprobarlo.

-Esta agenda verde de la presidenta Bachelet es reciente. ¿Usted es el responsable o impulsor de esta nueva agenda?

-No, la Presidenta creó la institucionalidad ambiental. Todo esto ha pasado en muy poco tiempo, pero las reformas que ha impulsado son únicas.

-¿Cuáles?

-El primer impuesto verde en Sudamérica, la modificación en el sistema de generación eléctrica para poder favorecer la competencia de las energías renovables. La normativa ambiental que impulso el plan de descontaminación. Todas esas cosas demuestran que hubo un compromiso con los temas medio ambientales desde el inicio de su gobierno.

(A Al Gore) lo conocí en el 2015 en el acuerdo de París y me tocó conversar harto con él por los temas energéticos de Chile y estuve en una sesión más chica, más política
Marcelo Mena

-Pero recién tiene protagonismo.

-Lo que pasa es que ha habido una evolución global, un entendimiento de que hoy día estamos amenazados cada vez con mayor fuerza por temas de contaminación atmosférica, climática, de la degradación de los ecosistemas, el tema de la basura.

-¿Considera que es la agenda global la que le ha dado relevancia?

-La película nueva de Al Gore, que aparece 10 años después de la primera, confirma las aprensiones que existían. La presidenta fue la primera que puso una meta de mitigación de cambio climático para los acuerdos del 2015, cuando hubo mucha crítica de la derecha por haberse comprometido frente al cambio climático. Hoy eso no es cuestionado y hay un apoyo transversal de esas políticas que impulsó la presidenta en su primer gobierno sobre acción climática y la creación de la institucionalidad ambiental que ha sido clave para mejorar la protección ambiental del país.

-Al Gore ha destacado los avances de Chile en energías renovables. ¿Usted tuvo injerencia en que Al Gore hablara de Chile?

-Lo conocí en el 2015 en el acuerdo de París y me tocó conversar harto con él por los temas energéticos de Chile y estuve en una sesión más chica, más política, que fue muy determinante para el acuerdo de París, en que se definió la ambición de los actores más progresista en el tema climático y donde estaban incluidos, Estados Unidos, Canadá, Unión Europea, China, Chile y Nueva Zelandia.

-¿Usted influyó en Al Gore para que destacara en su nuevo documental a Chile como ejemplo de energías renovables?

-No, para nada. Es demasiado evidente las ventajas de Chile en este tema, tienes el 75% de la energía solar de Latinoamérica en Chile.

-¿Al Gore estaba al tanto de eso?

-Sí, sabía y de hecho cuando se aprobó el impuesto verde mandó un tweet su ONG destacando el ejemplo nuestro y preguntando a sus seguidores qué le parecería una iniciativa donde el que contamina paga y esa plata se usara para la educación de los niños. Eso es lo que está haciendo Chile.

-¿Ese es uno de los logros de Bachelet?

-Sí, se implementó con la reforma tributaria del 2014. Ese tweet es del 2014.

La Moneda

-Entre las muchas tesis que circularon en la prensa se dijo que la salida del gabinete económico se produjo porque se formó una triada perfecta en La Moneda que apoyaba la agenda verde compuesta por usted, Ana Lya Uriarte y Mahmud Aleuy. ¿Existe esa alianza?

-No. Es cosa de hacer memoria, cuando la presidenta Bachelet anuncia sorpresivamente su candidatura el 2013 en El Bosque, dice que no concibe el desarrollo si no es sustentable e inclusivo. La Presidenta venía con ese objetivo del desarrollo sustentable y cuando me toco participar en el programa de gobierno, pude ver que el tema medioambiental y la energía sustentable era clave. Es cosa de ver sus discursos.

-¿Cuáles eran esas prioridades?

-Hablo desde el tema de la aislación térmica de viviendas, las ciclovías, el transporte sustentable, el desarrollo armonioso de las ciudades y de las actividades productivas. La reforma tributaria incorporó los impuestos verdes, eso requiere una convicción importante para incorporar el desarrollo sustentable en la economía. Incorporamos impuestos verdes a las termoeléctricas, las grandes industrias y a la venta de los autos nuevos. Todo eso demuestra que este despertar verde de la presidenta Bachelet no es reciente.

-Pero se hizo más evidente tras el discurso de la presidenta en la ONU.

-Esto es más bien el momento en que se produce la consolidación de una agenda que ha sido muy potente en comparación con períodos anteriores.

-¿Por qué?

-Empecemos por calidad del aire. Los gobiernos anteriores realizaban dos planes de descontaminación por período. La actual institucionalidad ambiental hizo en cuatro años catorce planes de descontaminación, lo que implica siete veces más que el promedio de un gobierno de cuatro años. Tenemos cinco veces más energía renovable, diez veces más áreas marinas protegidas en estos cuatro años. Este gobierno estableció un antes y un después en el tema medioambiental.

-¿El tema medioambiental siempre fue prioritario en este gobierno?

-Sí, estoy convencido. Lo ratifican mis pares a nivel internacional con los que converso en todos los foros.

-¿Hubo avances medioambientales durante el gobierno de Piñera? La oposición destaca que creó la primera área marina protegida.

-En su gobierno se hicieron 150 kilómetros cuadrados de área marina protegida y nosotros hemos hecho 1,3 millones de metros cuadrados, eso implica que hemos hecho diez veces lo que se había hecho hasta el año 2010.

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