"Chile es un buen país para vivir, trabajar o estudiar. Por eso es que va a seguir llegando gente que anhela realizar sus proyectos en nuestra tierra. Ya sea porque nuestro país atraviesa una situación crítica, ya sea por motivos personal. Y son migrantes que en su enorme mayoría vienen a sumarse al proyecto colectivo llamado Chile a aportar con su esfuerzo y honestidad".
Con esas palabras la Presidenta Michelle Bachelet introdujo el proyecto de la ley de migraciones, que ya ha sido ampliamente criticado por los grupos de extranjeros en el país por no haber sido involucrados en la formulación de la nueva legislación.
"Queremos dejar atrás la migración irregular, porque es la puerta de entrada al abuso, de todo tipo, de chilenos y de extranjeros", agregó la mandataria.
Y señaló que un primero paso de la nueva ley será "transparentar la verdera magnitud de migración en Chile".
"Por eso, un aspecto central del proyecto de ley es la creación de un Registro Nacional de Extranjeros que será administrado por la Subsecretaría de Interior", señaló.
Además, agregó que el proyecto considera cuatro ejes:
- Un sistema de principios, derechos y deberes.
- Regulación del ingreso, salida y las categorías migratorias.
- Procedimiento administrativos sancionatorios.
- Creación de un sistema nacional de política migratoria.
Entre otras cosas, Bachelet asegura que el proyecto "promueve la inmigración segura que busca evitar que las personas sean víctimas de redes de tráfico o de trata"; establece un catálogo de obligaciones y de prohibiciones (como usar documentos falsos o adulterados, y en casos de infracciones graves se establecerán causales de expulsión del territorio nacional.
Finalmente, señaló que "quienes lleguen a nuestro territorio deberán solicitar permiso de turista o de visitante o de residencia temporal. Y cuando se cumplan todos los requisitos podrán optar al de residencia definitiva. Y habrá una regulación particular para los habitantes de zona fronteriza.