Hasta la reunión habitual de las directivas de Chile Vamos llegó este lunes el senador y precandidato presidencial del bloque, Manuel José Ossandón (ex RN). Su asistencia a la cita tuvo por motivo aceptar formalmente la invitación para participar de las primarias presidenciales del conglomerado y, junto con eso, insistir en la necesidad de realizar diversos debates programáticos que aglutinen a las cartas del sector. Es decir, a él, al ex Presidente Sebastián Piñera y al diputado Felipe Kast (Evópoli).
"Se ha establecido el poder generar un comité de coordinación de la candidatura presidencial para las primarias en las cuales queremos que participe una o dos personas por cada uno de los partidos, y una o dos personas por cada uno de los comandos presidenciales, para poder coordinar la participación en una serie de debates", dijo ayer el vocero de la oposición y presidente de Evópoli, Jorge Saint Jean.
Respecto del número de debates, en tanto, el dirigente apuntó a la necesidad de realizar discusiones a través de medios de comunicación nacional junto a una serie de instancias en regiones. Esto, en línea con la ofensiva del propio Kast, quien incluso envió una carta a Piñera y Ossandón emplazándolos a debatir, propuesta que fue reiterada este lunes a través de un video que subió a sus redes sociales.
Por su lado, Ossandón ha sido enfático en señalar su intención de participar en diferentes instancias de discusión programática. “Espero que esta primaria sea sin letra chica y con diversos debates abiertos. Ojalá los más posibles, por lo menos unos 5 o 6 debates, como mínimo”, dijo este lunes.
Pese a esto, según aseguran en la oposición, en el entorno de Piñera la idea es sólo una: fijar a lo más dos debates, uno a través de canales de televisión y otro en radios, o en el mejor de los casos, uno que sea difundido en ambas plataformas estableciendo sólo una jornada para enfrentar planteamientos.
Según explican en Chile Vamos, la idea de Piñera es fijar una agenda acotada de discusiones frente a Kast y Ossandón. Esto, asumiendo que en dichos encuentros el foco de sus contendores estará en cuestionar las políticas implementadas en su Gobierno, por el lado de Kast, y en revivir los cuestionamientos a raíz de los supuestos conflictos de interés que posee, por el lado de Ossandón. Es específico, por las diferentes inversiones que ha realizado su family office, entre ellas, las vinculadas a los casos Exalmar y Dominga.
Dicha intención de Piñera, que ha sido transmitida entre sus cercanos y algunos dirigentes partidarios de la oposición, sería compartida por las dos colectividades tradicionales del bloque.
Según señalan en la UDI, es de toda lógica establecer un número acotado de instancias de discusión. Esto, en primer lugar, considerando el poco tiempo que queda para la inscripción de la candidaturas a primarias, el 2 de mayo, y bajo la idea de evitar los efectos que pueda traer el “fuego amigo” sobre la postulación del ex jefe de Estado.
Misma visión es compartida en RN, partido en el que, pese a defender la idea de llevar a cabo debates, asumen que es contraproducente generar un agenda extensa. “Mientras más debates mejor, eso es lo óptimo. Pero lo que pasa es que eso tiene que ser compatible con los medios de comunicación, que estén disponibles a transmitir uno o dos”, dijo el presidente del partido, Cristián Monckeberg, pero añadió: “Porque para debatir sin medios de comunicación no creo que sea lo más aconsejable”.
Respecto de su disposición a participar en debates, en tanto, el propio Piñera señaló este lunes en Cooperativa: “Estoy dispuesto a ir a debatir en la medida que tengamos un sistema razonable”. Esto, eso sí, sin comprometer su presencia en dichas instancias apuntando a que “eso lo van a definir los partidos”.
Dicha indefinición de Piñera despertó cuestionamientos al interior de los comandos de sus contendores. Según aseguran en el entorno de Ossandón y Kast, Piñera estaría “evitando” realizar debates. Esto, considerando la ventaja que actualmente posee ante las otras dos cartas del sector.
Así, según dicen en la oposición, se espera que el comité de primarias se reúna por primera vez la próxima semana, cita en la que debería resolverse la mecánica de la puesta en marcha de los comicios previos. Según quedó establecido, los cuatros partidos serán representados por sus secretarios generales, mientras que Ossandón designó a sus dos negociadores: el abogado Víctor Ríos y al docente Javier Pinto. Por su lado, Kast será representado por Hernán Larraín Matte y Jorge Selume, su jefe de campaña. A estos se sumarían -dicen en Chile Vamos- dos representantes del 'piñerismo'.
Uno de los hechos que será determinante para la puesta en marcha de los debates, cuentan en la oposición, será la definición que tome Anatel y Archi, organismos con los que dirigentes del bloque ya han sostenido conversaciones. Eso sí, según aseguran en la centroderecha, en primera instancia ambas agrupaciones de medios no estarían disponibles para difundir debates presidenciales para primarias y más bien tendrían fijado participar sólo de discusiones después de estos comicios.
¿A quién le conviene debatir?
Más allá de cuántos debates fijará Chile Vamos para medir a sus cartas, uno de los análisis que se hacen al interior de la oposición es respecto de a quién le conviene la puesta en marcha de las discusiones.
Consultado sobre la materia, el académico de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Müller, apuntó a que una gran cantidad de encuentros sólo beneficiaría a los dos candidatos que han dado cuenta de un menor respaldo en los sondeos de opinión: Kast y Ossandón. Esto, asegurando que dichas instancias podrían aumentar sus niveles de conocimiento.
Por otro lado, señaló que una agenda acotada podría beneficiar a Piñera considerando que ya posee un gran conocimiento y una buena valoración por parte de la ciudadanía. Eso sí, estimó que restarse de la totalidad de los encuentros podría provocar un efecto negativo, por lo que asume que plegarse por lo menos a un debate en el que se centre sólo en propuestas políticas, dejando de lado los ataques personales, podría beneficiar su intención de retomar el control de Palacio.
“Los más desconocidos ven los debates como una oportunidad para darse a conocer, esa es la principal barrera para los candidatos nuevos. Para elegirlos, es necesario que primero los conozcan”, señaló Müller.
Respecto de los beneficios que podría traerle a Piñera suscribir a un debate del sector, Müller dijo: “El punto fuerte de Piñera es su manejo y su experiencia, además ya tiene avanzado un programa. La oportunidad que el ve en un debate es instalar sus temas de campaña, en la misma línea de lo que hizo Bachelet en 2013. Y no polemizando hacia el lado, porque en rigor no hay nadie al lado”.
Y agregó: “Esto va a ser más un debate por quién sale segundo, y por lo tanto el nivel de conflicto o tensión dramática se podría centrar más entre los que van segundo y tercero que entre los que van primero y segundo. Esto, porque la diferencia es muy grande”.