Monckeberg y el futuro de Chile Vamos: “Me huele a que no habrá consenso post segunda vuelta”
El convencional de RN Cristián Monckeberg fue uno de los fundadores de Chile Vamos en 2015 cuando entonces lideraba su partido. En sus manos también RN pasó a ser el partido político más grande de la Cámara, título que aún ostenta la colectividad pese a que el domingo pasado disminuyó su representación de diputados.
A horas de que el consejo general decidiera apoyar a José Antonio Kast, el abanderado del Frente Social Cristiano que disputará el balotaje con Gabriel Boric (Frente Amplio) el próximo 19 de diciembre, el exministro llamó a los dirigentes a respaldar al republicano. Sin embargo, Monckeberg propuso, igualmente, el repensar ideológico del partido luego de la segunda vuelta, pase lo que pase.
—Usted que pertenece a una derecha moderada, social, ¿le cuesta mucho apoyar a Kast? El abanderado llegó el miércoles a la sede del partido para recibir el respaldo de RN.
—Tan poco me identifica el programa de Gabriel Boric y tantas dudas me surgen de cómo va a gobernar y las consecuencias negativas que pueden traer aparejadas para el país que, sin lugar a dudas, la opción es José Antonio Kast. Eso sí, con un programa modificado, con una mirada hacia el centro, yo confío plenamente en que las directivas actuales están haciendo las adecuaciones correspondientes para que el programa de Kast vaya en la línea correcta. No me cabe duda de que, frente a una amenaza totalitaria, juvenil y poco organizada -que levanta Gabriel Boric-, es una mejor alternativa José Antonio Kast.
—No le cuesta mucho entonces votar por Kast...
—Hay cosas que me han costado más en la vida.
En entrevista con T13.CL, el exdiputado analiza el futuro de Chile Vamos -con o sin Kast al mando del país- y, en ese sentido, cree que la coalición puede dispersarse aún más. “Tiene que haber una profunda reflexión de cómo va a influir o aportar RN y el resto de los partidos: ¿se van a incorporar o no al gobierno si es que ganara José Antonio Kast? De no ser así, ¿qué rol opositor vamos a tener? (…) Quizás después de esa revisión vemos que tenemos una coalición que se mantiene en el tiempo o se forman coaliciones distintas, pero es un proceso que tiene que producirse”, dice.
—¿Qué lecciones debe dejar la pasada elección presidencial y parlamentaria?
—La elección presidencial del día domingo no nos puede dejar indiferentes, fue un fracaso político-electoral de magnitudes. Somos la coalición que gobierna, oficialista, que tuvimos una primaria impecable, con una alta convocatoria, y al cabo de pocas semanas nuestra opción presidencial terminó en un cuarto lugar y eso tiene que llamar a la reflexión, desde la candidatura presidencial y también desde los partidos, la estrategia que se diseñó, las propuestas y planteamientos que se hicieron, claramente no convocamos. Pero sí convocaron en la primaria, entonces, algo pasó en esos dos meses que nos tiene que llamar a una profunda reflexión. Esto no puede quedar como si nada hubiese pasado. No es el minuto hoy de buscar responsables, porque estamos involucrados en segunda vuelta, hay que apoyar la opción de José Antonio Kast, los partidos así lo han resuelto. Pero inmediatamente después de eso el sector y particularmente RN tiene que hacer una reflexión profunda y una búsqueda de respuestas sobre qué ocurrió y cómo seguimos hacia adelante.
—¿Hay alguna lección igualmente para la Convención Constitucional, de la cual usted forma parte?
—Sí. La elección tiene que marcar una diferencia en el funcionamiento y en las decisiones políticas que se tomen al interior de la Convención, porque, a mi juicio, la gran responsabilidad del resultado del domingo la tiene la actitud de una parte importante de la izquierda de la Convención y espero que primen las posiciones moderadas. En la elección del domingo la gente nos dijo que quiere cambios, pero certezas, orden y tranquilidad.
—Usted dice que no es el momento de las responsabilidades, pero hay un antecedente en RN: se abandonó al candidato Mario Desbordes que terminó con el cuarto lugar. ¿Desde ahí parte el problema?
—Todos los resultados electorales tienen explicaciones y el primero, en el caso nuestro, es el abandono al cual fue sometida la candidatura presidencial de Mario Desbordes. Cuando un partido proclama a su candidato y al poco andar lo empieza a perforar y se transforma en una verdadera batalla, es poco lo que se podía esperar del resultado de esa candidatura. Perdida la opción del partido en la primaria era poco lo que se podía esperar del involucramiento del partido en la campaña ganadora de Sebastián Sichel. Lamentablemente el partido dejó su opción tomando la del candidato Sichel y eso nos produjo profundos quiebres y desconfianzas al interior del partido y eso no se pudo subsanar en dos meses, por mucho empeño y cariño que le pusiera Mario Desbordes, quien generosamente apoyó a Sebastián Sichel.
—Más allá del análisis conocido de que los partidos estuvieron en décimo plano en la campaña de Sichel, ¿no cree que faltó liderazgo de las directivas para, como se dice, copar los espacios, tomarse el poder?
—Yo no conozco la intensidad que los partidos pusieron para incorporarse a la campaña, pero claramente no los querían. Aquí se ninguneó a los partidos políticos, se pensó que se podía gobernar sin ellos. Yo entiendo que estratégicamente o comunicacionalmente los partidos queden a un lado, pero todo el mundo espera que un Presidente venga acompañado de una coalición y gobierne con ella. Cuando desde la candidatura presidencial no se conversa con los partidos, más bien se desprecia a los partidos, hay una segunda razón de por qué nos fue como nos fue. Cuando yo hablo de que los partidos estaban fuera, me refiero a los diputados, los consejeros regionales, los senadores, y lo más increíble es que los alcaldes quedaron fuera. Toda la estructura partidaria estuvo afuera de la campaña, por eso lo errada de esta campaña y las consecuencias que hoy estamos viviendo.
—¿Cree que con el triunfo de Kast se diluye el proyecto de una centroderecha?
—Más allá del triunfo de José Antonio Kast y el Partido Republicano, que eligió una bancada interesante de 14 miembros, acá se está replicando el escenario que hemos visto en otros países como España, donde tienes una centroderecha asimilada al centro, como es el Partido Popular y una derecha un poquito más extrema como es Vox, y yo creo que eso se va a empezar a replicar en nuestro escenario político. Lógico, podemos conversar, entendernos, podemos tener un programa común en algunas ocasiones, pero somos distintos y la gente lo va a empezar a percibir. No digo que eso sea malo, tal como ocurre en la centroizquierda, donde hay más de una coalición, y conviven como proyectos políticos parecidos, pero no idénticos. Aquí va a pasar lo mismo: a partir de esta realidad, existe una centroderecha más cercana a RN, donde está Evópoli y a lo mejor parte de la UDI. Y hay otras que están con más posturas más estrictas, por así decirlo, por no decir extremas y que están más relacionadas a otra parte de la UDI y al Partido Republicano. Hay que desdramatizar y convivir así en el Congreso. Si pretendemos que en el 100% de los proyectos de ley de aquí en adelante todos los representantes del sector, no vamos por un buen camino.
—Desprendo entonces que no cree que se debe incorporar al Partido Republicano al proyecto de Chile Vamos...
—Es que hay que preguntarse si es que el proyecto de Chile Vamos va a seguir y ahí voy un paso más allá. Después de la elección presidencial, gane o pierda José Antonio Kast, tiene que haber una profunda reflexión de cómo va a influir o aportar RN y el resto de los partidos: ¿se van a incorporar o no al gobierno si es que ganara José Antonio Kast? De no ser así, ¿qué rol opositor vamos a tener? Porque este es un congreso fraccionado… Eso requiere una profunda revisión programática, estratégica, política. Es urgente realizarlo. Quizás después de esa revisión vemos que tenemos una coalición que se mantiene en el tiempo o se forman coaliciones distintas, pero es un proceso que tiene que producirse. Ahora, no digo que nosotros estemos asociados a la izquierda, pero sí es un proceso que debe producirse y ver en qué parte de la cancha nos paramos.
—¿Es urgente diferenciarse del Partido Republicano, a raíz de la polémica de Johannes Kaiser?
—La polémica de Johannes Kaiser excedió todos los límites soportables, no tienen ninguna justificación ni explicación. Yo me imagino que el resto de los parlamentarios no piensan así, por algo él se va. Eso queda dentro de la locura total y espero que no se vuelva a repetir. Pero es obvio que en otras materias vamos a tener énfasis distintos y eso hay que desdramatizarlo.
—Cristián Araya, diputado electo del Partido Republicano, en campaña, propuso disolver la Convención Constitucional. Y ahí uno se pregunta, ¿Chile Vamos daría ese apoyo a los republicanos?
—Ahí tenemos diferencias importantes y esas diferencias sí se deben expresar. No somos parte de una misma coalición y eso es evidente y tenemos miradas distintas respecto a los procesos que está viviendo el país. Es lógico que haya cierta inquietud respecto a la marcha de la Convención Constitucional, sabemos que hay falta de certezas, pero desde RN vamos a hacer todo lo posible para que el proceso constituyente termine bien. Si no resulta, lo diremos expresamente. Yo y varios en RN somos aquellos que pensamos que más que esconder los problemas debajo de la alfombra, hay que enfrentarlos. Juguemos el partido y luego saquemos conclusiones y vemos qué decisión tomamos ante el proceso constituyente. Pero al menos el deber es sacarlo adelante. En RN no hay vasos comunicantes con esa propuesta.
—Se ha visto que el PC está siendo una carga para la campaña de Boric, ¿puede ocurrir aquello con el P. Republicano en un eventual gobierno de Kast?
—Cuando uno es elegido Presidente tiene que entender que lo hace para gobernar a todos los chilenos. Por lo tanto, la mayor cantidad de sacrificios -lo digo por experiencia propia- lo tiene que hacer el partido al cual pertenece o pertenecía el Presidente. Lo digo porque nosotros en RN tuvimos que hacer muchos sacrificios por las dos presidencias de Sebastián Piñera, quien fue militante y presidente de nuestro partido. Yo espero que el Partido Republicano, al cual pertenece José Antonio, si llega a ser Presidente de la República, haga los sacrificios correspondientes y necesarios comprendiendo que el Presidente es para todos los chilenos y no para una sola mirada.
¿Se acaba Chile Vamos?: El éxito de José Antonio Kast pone en duda la unidad del bloque oficialista
—Usted dice que hay que repensar la coalición. Esta semana, de hecho, surgió el debate a raíz de la decisión de Evópoli de no participar de un eventual gobierno de Kast y, además, por los dichos del diputado Luciano Cruz-Coke, quien señaló que, de ser electo Kast, en la práctica Chile Vamos deja de existir. ¿Lo comparte?
—Yo no sería tan drástico respecto de la existencia o no de la coalición de Chile Vamos, pero sí hay que repensarla. Hay que ver que, quienes somos socios, de los cuatro partidos, qué actitud vamos a tomar si es que gana Kast, si vamos a ser neutrales u opositores. Si hay consenso en preguntas como esas, evidentemente tiene sentido mantener Chile Vamos, si algunos deciden caminos opuestos, la coalición no tiene sentido de seguir existiendo. Primero, hay que concentrarse en estas tres semanas de campaña presidencial y luego hacer un diagnóstico profundo. Si hay un triunfo de Kast, ver cómo va a ser la manera en la que él quiere implementar su gobierno y ahí los partidos tomar su decisión.
—¿Pero hay que hacer esfuerzos por mantener Chile Vamos?
—Yo pienso que luego de esa conversación profunda, me huele a que no habrá consenso post segunda vuelta, estoy especulando a raíz de lo que hemos podido conversar hasta ahora, pero pienso que se van a producir alianzas diversas frente al escenario que se viene. Lo mismo en la centroizquierda.
—¿Cómo avizora el corto plazo para Chile Vamos si es que gana Gabriel Boric?
—Si somos derrotados, yo espero que RN tenga un replanteamiento y sea capaz de crear un bloque opositor férreo, pero que se coordine de la mejor manera con el resto de los partidos, eso sí que es importante sobre todo cuando hemos visto oposiciones divididas, porque estas terminan no sirviendo.
El futuro de RN: “Se requiere una revisión profunda”
—En cuanto a RN, usted propuso un congreso ideológico: RN sigue siendo el partido más grande, pero estos años en la Cámara se han diluido en cuanto a identidad. ¿Hacia dónde debe ir RN?
—Nosotros tuvimos un crecimiento exponencial hace cuatro o seis años, cuando tuvimos el mejor resultado de las parlamentarias, que nunca antes habíamos tenido en la historia del partido, en las municipales también. Nos preparamos para eso, diseñamos una hoja de ruta y modificamos nuestra declaración de principios profundamente, la actualizamos. Pero ese proceso ya se agotó, se crearon fisuras, diferencias, puntos de vista distinto. Un partido puede tolerar, aguantar votaciones diversas en el Congreso, pero cuando eso se vuelve reiterado, se requiere una revisión profunda. Ahora es el minuto de hacerlo. RN sigue siendo el partido que representa el sentido común, que tiene una vertiente social muy fuerte y que cree en las instituciones y en la libertad y a partir de eso tenemos que ser capaces de diseñar la estrategia de mediano plazo. Colaborar ha sido nuestro sello ya sea formando gobierno o siendo opositor a ese gobierno.
—¿Eso debiese frenar desórdenes como los que se dieron en los 10% que terminaron por desangrar a este gobierno?
—El 10% desangró porque en mi gobierno no fuimos capaces de sacar adelante una reforma previsional, fuimos obtusos, no fuimos sensibles, en ningún momento hubo realmente disposición a llegar a acuerdo y eso ocurrió acá y en la oposición, entonces, finalmente se empezó a perforar el sistema de pensiones a través de los retiros. Este tipo de situaciones no se pueden volver a repetir. Cuando un partido empieza a reiterar desórdenes en sus votaciones fundamentales en el Congreso da cuenta de que algo está caminando mal, por eso se requieren revisiones urgentes.