"Espero que el Gobierno se disculpe públicamente con la alcaldesa de Maipú por tratarla de mentirosa”, escribió a fines de marzo pasado en el chat del Congreso de la UDI -en el cual está presente el Presidente Sebastián Piñera- el diputado gremialista Joaquín Lavín León.
El parlamentario, así, defendió a su esposa, Cathy Barriga, luego de un impasse público con el entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich, por la muerte de una vecina de Maipú producto del Covid 19.
En esa oportunidad, el diputado fue secundado por sus pares, quienes catalogaron el hecho como “excesivo” y recalcaron que un ministro no podía tratar de esa manera a una alcaldesa del sector.
Este martes ese episodio volvió a cobrar sentido, pues en la sala de la Cámara de Diputados se votó la acusación constitucional en contra de Mañalich justamente por su rol en el manejo de la pandemia.
Por la mañana, Lavín dijo a La Tercera que le había transmitido al gobierno que su voto estaría condicionado a que Mañalich pidiese disculpas a la alcaldesa por el episodio ocurrido hace siete meses. “El ministro fue extremadamente agresivo al tratarla de mentirosa a través de cadena nacional”, dijo.
En la jornada de este martes, finalmente, Mañalich pidió las disculpas en la Sala, pasadas las 12:30 horas. “He ofendido a mucha gente”, comenzó señalando. Y luego sostuvo: “Pienso en la alcaldesa Cathy Barriga, a quien traté duramente en un momento; en el alcalde Carter y Codina. Pido sinceras disculpas por aquellos malos ratos”.
El logro de unas disculpas
“Estaba dolido, pero siempre supimos que rechazaría la acusación”, comentan en la bancada de la UDI en torno a las gestiones para mantener el voto de Lavín León alineado con Chile Vamos.
Su postura, por la mañana, parecía clave, pues se necesitaban seis votos de la oposición para frenar la ofensiva y cada voto oficialista podía ser decisivo. De hecho, el libelo finalmente fue rechazado por falta de siete respaldos que se tradujeron en siete abstenciones: Pepe Auth (independiente, exPPD), Loreto Carvajal (PPD), Pablo Lorenzini (independiente, exDC), Fernando Meza (independiente, exPR) y los DC Gabriel Silber y Daniel Verdessi.
Desde el fin de semana, incluso, en el gobierno intensificaron las gestiones con Lavín León para evitar un desmarque. Sin embargo, dicen fuentes de La Moneda, la defensa de Mañalich -liderada por el abogado Gabriel Zaliasnik- estaba consciente de que había que hacer “un gesto”.
Pero, advertían, la lista de parlamentarios molestos con Mañalich no era pequeña; de hecho, contaban unos seis o siete de oficialistas que habían quedado con algunas quejas durante su labor en Salud.
La molestia, dicen, incluso se había gestado en las últimas semanas por el equipo de abogados que el nefrólogo había escogido para su defensa, el mismo equipo de la jueza Silvana Donoso.
Andrés Celis (RN), de hecho, era uno de los dudosos, pero, finalmente, dicen en la bancada, se terminó de convencer sobre todo porque, dijo, el primer capítulo era “infundado”. Ignacio Urrutia (Republicano, bancada UDI), también fue uno de los votos complejos del oficialismo.
Cerca de las 15 horas, en ese sentido, el gobierno ya tenía conocimiento de que habría un número importante de abstenciones y, luego de las excusas de Mañalich, estaban seguros que el oficialismo estaría 100% alineado.
El camino para el primer alineamiento
El desmarque oficialista había sido tema relevante en Chile Vamos. Sobre todo, luego de la derrota política que significó el apoyo oficialista al retiro anticipado del 10% de los fondos de AFP y todo lo que eso conllevó, como por ejemplo, una cirugía mayor en el gabinete de Piñera. En tercer trámite, de hecho, 35 diputados terminaron votando a favor del proyecto de ley y, en primer trámite constitucional, 13 diputados.
“Los 13”, como le han llamado en La Moneda al grupo que se desmarcó en esa oportunidad, han sido foco de atención en otros proyectos de ley posteriores como el reajuste del salario mínimo que, en primera instancia, fue rechazado con abstenciones oficialistas.
Si bien dentro de los 13 no está el diputado Lavín León, en el tercer trámite votó a favor y, en otras oportunidades, ha mostrado posturas distintas en su partido. Por ejemplo, se abstuvo en el veto de Servicios Básicos enviado por el gobierno -era uno de los oficialistas en la comisión ad hoc- y en la propuesta de salario mínimo enviada por Hacienda.
En esta oportunidad, recalcan en el gobierno, se trata de la primera vez que el oficialismo vota alineado al 100% en la sala. “Esta es una señal del nuevo trato”, dice una fuente en Palacio en relación al concepto que usaron en Chile Vamos y en el gobierno para enderezar la relación tras la dura derrota del 10%, que semanas después derivó en un cambio de gabinete justamente concentrado en el comité político.
Hubo “alertas oportunas”, cuentan en La Moneda, sobre todo, al asegurar los votos de Lavín León, Celis y Urrutia. Incluso antes de que la oposición presentara la acusación -el 13 de septiembre- en la Segpres, liderada por Cristián Monckeberg, comenzaron a monitorear la situación en Chile Vamos. Celis, por ejemplo, cuestionó el encubrimiento de información y Urrutia en algún momento les manifestó que no iría a votar o que lo haría a favor del libelo.
En La Moneda dicen que la comunicación entre el subsecretario de la Segpres, Juan José Ossa; los integrantes de la comisión que analizó la comisión; y la defensa de Mañalich, también fue clave para mantener al oficialismo en una sola línea.