Francisco Orrego y sus próximos pasos: “Lo lógico sería una candidatura a diputado por Santiago”
-¿Cuál es tu reflexión sobre la derrota?
-Que fue una buena elección, un proceso personalmente de mucho aprendizaje. Fue épico. Pasamos de tener encuestas donde yo marcaba 12 puntos a terminar en primera vuelta sacando 27 puntos. Y en segunda vuelta, 45 puntos. Hicimos posible algo que era imposible.
-Tu campaña tuvo más fondos que los de Claudio Orrego. ¿Cuáles crees que fueron los ejes que determinan el resultado?
-No tengo idea cuánto gastó cada uno. Pero acá el problema no son las lucas. El problema es el grado de conocimiento. Claudio debe haber estado en un nivel de conocimiento de un 90%. Fue candidato presidencial. Yo tenía un nivel de conocimiento muy bajo. Y lo que buscamos con esta campaña era aumentar ese nivel de conocimiento. En la medida en que aumentamos el nivel de conocimiento, aumentaba el nivel de adhesión.
-Según un artículo de La Tercera jugó un papel la confusión por el apellido de los dos: alguna gente quería votar por Claudio y votó por ti. ¿Crees que fue un elemento?
-No. Creo que hubo un ninguneo y un roteo que hay que sacar de la política. Todos aquellos que hacen ese análisis le están faltando el respeto a la gente. Para mí no es un elemento y considero que es una falta de respeto.
-A propósito de esto, alguna gente fue bastante crítica contigo. Vlado Mirosevic dijo que no estabas capacitado.
-Hubo una campaña articulada de ataques de carácter personal, donde lo relevante no era el programa, las ideas, las propuestas, sino que consistía básicamente en ningunear mi persona. Vlado Mirosevic diciéndome que yo no tenía las capacidades mentales. Paulina Vodanovic diciendo que yo era Pancho Malo. Gonzalo Winter diciendo que él no tenía conocimiento de dónde trabajaba. Claudio Orrego líder de barra brava y que yo no conocía la ciudad. Se fueron sumando y sumando. Escuché bien poca crítica política.
-Yo no le voy a dar lecciones políticas a la izquierda. Creo que ellos tienen que sacar sus propias lecciones. Sí les puedo decir que la campaña fue rasca. No estuvo a la altura. La campaña del comando de Claudio Orrego fue muy mala. Me llevo una muy mala impresión de ese comando. Toda su campaña fue mala. Su campaña no se basó en propuestas. Se basó en ataques.
-¿Quedaste conforme con el 45%?
-Yo quedé muy, muy contento. Pero saco muchas lecciones de esta campaña. Me falta mucho por aprender. Tengo 38 años, fue la primera vez que enfrenté la papeleta. Yo tengo que seguir preparándome, seguir adquiriendo conocimiento. Tengo que seguir haciendo una carrera política, en el sentido correcto de la palabra, de ir quemando etapas. A mí me queda mucho por mejorar. Me quedan muchas cosas por cambiar. Para ser un primer paso, me fue muy bien. Estoy muy contento de esos 2 millones de corazones que confiaron en mí. Pero mi responsabilidad ahora es mayor.
-Evelyn Matthei te dio un apoyo bastante fuerte.
-Los grandes políticos no juegan con la calculadora. Evelyn Matthei me apoyó desde el día uno, sabiendo cuál era el riesgo. El día en que yo termino derrotado en la segunda vuelta, ella tenía dos opciones: se quedaba en la casa, veía esta derrota por la pantalla, se desligaba de esta derrota; o ponía el pecho a las balas y ponía todo su capital político y se comía a mi lado una derrota política. Y ella prefirió estar conmigo en un escenario. Eso es un líder de verdad.
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-¿Ahora podrías ser candidato a diputado, está entre tus planes?
-En mis planes está el Parlamento. En este momento, lo lógico sería una candidatura a diputado por Santiago. En el distrito 10. Pero en mi vida la lógica nunca ha funcionado mucho. Lo lógico hubiese sido que yo hubiese sido candidato a diputado en el 2025. Y terminé siendo candidato a gobernador en la segunda elección más importante de este país. La lógica es importante, pero la realidad es distinta.
-Respecto de la contingencia, ¿cómo ves el manejo de Boric ante las denuncias que han remecido a La Moneda?
-Pueden cambiar los problemas, pero la respuesta sigue siendo negativa. Este es un gobierno que tiene problemas estructurales graves. Tiene fatiga estructural. Es un gobierno que vive en crisis. Que no sabe enfrentar la contingencia, que no maneja la agenda pública. Es un gobierno que se ha dedicado durante estos tres años a responder y a dar explicaciones.
Sucedió con los indultos. Sucedió con las pensiones de gracia de personas con antecedentes penales. Sucedió en la visita de Izkia Siches a la Araucanía. Sucedió con el caso Convenios. Está sucediendo ahora con el caso Monsalve. No es un gobierno que logre imponer temas sobre la agenda.
-Al Gobierno se le cayeron todas sus banderas de lucha. La última era la bandera del mundo feminista, principalmente representada por Antonia Orellana. Era una vocera importante dentro de ese mundo. Y desde el momento en que pasamos del “amiga, yo te creo” al “amiga te pongo en duda” a este gobierno se le cae la bandera feminista.