Emmanuel Macron, el outsider francés que observa el “guillierismo”
A principios de marzo, Emmanuel Macron superó por primera vez en las encuestas presidenciales a la candidata de extrema derecha a la Presidencia de Francia, Marine Le Pen.
En ese sondeo, el abanderado independiente de 39 años apareció sólo un punto sobre su rival, una escena similar a la que dos meses antes se vivió en Chile, cuando en la encuesta Adimark de enero Alejandro Guillier apareció por primera vez sobre Sebastián Piñera en la carrera presidencial.
En esa oportunidad, la diferencia también fue de un punto en favor del candidato del Partido Radical, la que se revirtió un mes después.
Desde Chile el fenómeno Macron, incubado en el seno del gobierno del Presidente socialista Francois Hollande, es observado con interés por el entorno de Guillier y por el propio abanderado.
Macron aterrizó en el gobierno galo como ministro de Economía y consiguió un explosivo estrellato para luego emanciparse de Hollande y emerger como una de las principales cartas para sucederlo en el Palacio del Elíseo.
El joven economista reconfiguró el mapa político francés y llama la atención de varios de los promotores de Guillier. Todo, tras la baja en la popularidad de Hollande y la construcción de su propio movimiento En Marche! -¡En Marcha! en castellano- cuyas iniciales coinciden con las de su nombre, Macron comenzó a ganar terreno en la escena parisina.
Medios franceses describen al candidato como un “liderazgo por fuera de los partidos tradicionales” (un discurso que también esbozó Guillier), un “progresista liberal” y "socialdemócrata", que se distingue en un complejo escenario político y electoral compuesto, entre otros, por el candidato oficial del PS, Benoît Hamon; Marine Le Pen, candidata del antiguo partido de derecha Frente Nacional; y el conservador republicano François Fillon, quien tenía altas opciones iniciales, pero terminó vinculado a un caso de irregularidades por pagos a su esposa.
Macron no hace promesas, se compromete. Y no se individualiza como la respuesta, sino como uno más del equipo que cree que la respuesta está en la gente
Con ese escenario es que Macron tiene altas posibilidades de pasar a la segunda vuelta de la presidencial francesa, considerada por expertos como una elección clave para el país. De llegar al balotaje, el economista podría forzar un apoyo del PS francés y de otros referentes socialdemócratas de la nación.
Como sea, el interés de los colaboradores de Guillier trasciende la realidad francesa, abarcando también las similitudes que dicen observar entre los estilos de ambos. “Emmanuel Macron no hace promesas, se compromete. Y no se individualiza como la respuesta, sino como uno más del equipo que cree que la respuesta está en la gente. Y es eso mismo lo que veo en el radicalismo que apoya a Alejandro Guillier”, dijo uno de los colaboradores del área económica de Guillier, Ramón Rada.
El economista fue compañero de curso de Macron en la promoción ‘Léopold Sédar Senghor’ de la Escuela Nacional de Administración –ENA- en Francia, cursando el Magister en Administración Pública entre 2002 y 2004 y adhiere personalmente al movimiento En Marche!
Los cambios que hemos tenido en los últimos 15 años han sido de una velocidad y profundidad, que los partidos políticos no captaron
Rada destaca en las dos apuestas “un liderazgo activo, presente y visible, de terreno y juventud, donde la prioridad está en la educación y el crecimiento personal de manera de entregar herramientas, en una economía pujante que se sustenta y cree en los emprendedores y la innovación”.
En ese contexto apunta a “un Chile donde el programa de gobierno no se presenta ni se entrega, sino que se construye conjuntamente con la gente para gobernar con la gente”, retórica que también ha usado Guillier en sus intervenciones y que Macron ha explotado en Francia.
Continuar y enmendar los errores
Desde otra aproximación, el ex presidente del PPD y promotor de Guillier, Pepe Auth, destaca el fenómeno político y electoral francés, y reconoce que así como Macron es el único que podría ganarle a Marine Le Pen, el candidato del Partido Radical es la única carta que tiene la centroizquierda chilena para derrotar al ex Presidente Piñera.
Sentado en su oficina del Congreso, Auth bromea diciendo que “lo único que tienen en común Guillier y Macron es su ascendencia francesa”, y destaca que el paralelo que observa “es que surgen por fuera de los partidos, o más precisamente: desde adentro, pero al mismo tiempo desde afuera, porque Macron está fuera, pero construyó su liderazgo desde el Partido Socialista, siendo reclutado como secretario de Estado por Hollande, primero como miembro de su equipo y después como ministro estrella”.
Auth explica que el mandatario francés “fue quien lo hizo crecer”, y se arriesga con una teoría: “No me extrañaría que haya algún tipo de acuerdo entre Hollande y Macron, y que sea Hollande el que haya empujado a Macron a ese camino, ya que sabía que desde el PS difícilmente saldría una opción reformadora”.
Ambos (Macron y Guillier) surgen por fuera de los partidos
De hecho, medios europeos aseguran que fue por el mandatario francés que el abanderado empezó su carrera política, al apoyarlo en las presidenciales 2012, una historia, a simple vista, parecida a la de Guillier.
En tanto, el senador relató en una entrevista con Mega en diciembre de 2016 que adhirió "al programa de la Presidenta Bachelet, me gustó y por eso decidí entrar a la política".
En este contexto, Auth remarca que “Guillier es un tipo de personalidad bastante moderada, más bien de diálogo, que tenía muy buena relación con la DC, pese a que hoy lo ven como una competencia muy dura, y por eso le han dado tanto”.
En los últimos días, el abanderado del PR endureció el tono con el Gobierno, criticando su manejo político y cómo se hicieron reformas emblemáticas de la administración de Bachelet, como la de educación, lo que lo obligó a aclarar sus dichos y recibir acusaciones de "deslealtad".
En Francia, Macron utilizó una fórmula similar con Hollande, a quien ha criticado de manera directa por su forma de conducir el gobierno.
La ofensiva de Guillier de esta semana es analizada por Auth, quien argumenta que “hasta el más fanático 'bacheletista' sabe que hemos orientado mal las cosas, al punto de que convertimos reformas mayoritarias en respaldo minoritario, por lo que la tarea es recuperar ese respaldo para seguir haciendo reformas”. Así, defiende la tesis de que Guillier sea “una combinación de enmienda y profundización” de lo realizado.
El diputado destaca que el precandidato PR es “muy votable por el electorado democratacristiano, es conciliador, muy clase media y tiene mucho sentido común y poco apego a dogmas ideológicos”. De todas formas, releva que Macron es “mucho más liberal” y que, a diferencia de Guillier, hizo “un movimiento propio” en Francia.
Guillier: "hay un cierto símil"
El propio Guillier relató a T13.cl que hace “un par de meses atrás” estuvo en Francia “y apreciamos este fenómeno de desencanto con los partidos tradicionales, el surgimiento de la ultraderecha más radical, pero también de opciones progresistas ubicadas en una suerte de centroizquierda donde se promueven cambios”.
Guillier destacó que estas transformaciones son “sin arriesgar lo que la gente ya logró, que es lo que nos pasa en Chile también: la gente quiere cambios, pero no quiere arriesgar lo poco que ha ganado y con gran esfuerzo. Y yo creo que Macron representa bastante eso”, y en ese aspecto, admitió “un cierto símil” entre el francés y su apuesta por llegar a La Moneda.
De todas formas, el abanderado del PR apuntó a que las eventualidades similitudes con Macron no son algo “que esté buscado”, sino que se trata de “una simple coincidencia de que lo que pasa en Chile no sólo pasa acá, sino que son fenómenos globales”.
La gente quiere cambios, pero no quiere arriesgar lo poco que ha ganado y con gran esfuerzo. Y yo creo que Macron representa bastante eso
Guillier argumentó que observa este fenómeno en toda Europa, en América Latina, e incluso en Asia. “Están surgiendo liderazgos nuevos que no responden a los patrones antiguos”, dice, y se lo explica porque “los partidos tradicionales del siglo XIX y XX muchas veces han caído en la renuncia a su misión de creación de contracultura”. El parlamentario ejemplificó con "los socialismos europeos", asegurando que "se deslavaron con lo de la ‘tercera vía’ y de administrar el modelo neoliberal, y terminaron siendo neoliberales y en negocios con las élites económicas”.
Ante esta situación, Guillier dijo que “la gente progresista se sintió traicionada, sintió que la política ha perdido sentido, y conexión con sus propios intereses y están buscando alternativas, y las empiezan a buscar en gente progresista, pero que tiene miradas nuevas, sobre todo en procesos sociales”.
Así, sostiene al mirar Chile que “los cambios que hemos tenido en los últimos 15 años han sido de una velocidad y profundidad, que los partidos políticos no captaron”. El aspirante a La Moneda asegura que los antiguos referentes “no entendieron que la sociedad estaba cambiando, que la gente está cansada de los viejos liderazgos y quiere algo nuevo, que la gente quiere ser protagonista”.
Quien también es sindicado como uno de los cercanos a Guillier, es el encargado programático del Partido Radical, César Cárcamo. El médico ha difundido en sus redes sociales noticias de medios franceses sobre el avance de Macron.
Previamente, la prensa europea también había registrado las críticas que el aspirante al Elíseo ha recibido por su “ambigüedad” y falta de propuestas programáticas. En este marco, presentó un “contrato” con sus electores para lograr una “transformación radical” de Francia.
Con todo, desde otros sectores del “guillierismo” y el socialismo chileno no comparten estos paralelos. Es más, ubican a Macron y a Guillier en campos políticos muy distintos, pero asociándolos más a la derecha o a la izquierda tradicional.
El diputado socialista Marcelo Schilling, por ejemplo, quien simpatiza con la candidatura del ex Presidente Ricardo Lagos, considera que Guillier se ha izquierdizado y no abarcaría la amplitud que concita Macron. Al contrario, el ex senador Carlos Ominami reconoce la similitud entre ambos liderazgos por su perfil “ciudadano" sin grandes partidos detrás, pero advierte que políticamente Macron sería más cercano a un Andrés Velasco (Ciudadanos) en Chile, destacando su formación como economista vinculado con la banca francesa.