Carlos Larraín: "Desbordes debe concentrarse en Defensa y no en intervenir en la elección de RN"
“La verdad es que salir de la vida pastoril que se lleva cuando uno está en la agricultura para volver a incorporarse al remolino de la política no es una perspectiva agradable. Pero como la solicitud fue muy insistente yo dije ya conforme si esto sirve para romper la inercia”.
Desde su estancia en la Región de Magallanes, Carlos Larraín confirma que está de vuelta para competir por la presidencia de Renovación Nacional. En conversación con Teletrece, el exsenador profundiza en su diagnóstico sobre la situación política y social que atraviesa el país y subraya que con su anuncio apuesta a evitar una eventual postergación de los comicios internos.
"Lo que quiero es que Renovación Nacional se agite un poco", señala Larraín. “Yo sé que estas palabras así parecen dramáticas. Pero en una situación tan delicada como la que estamos sudando, RN aparece como muy ausente… tenemos un partido muy importante para la política chilena a través de muchos años que está como paralizado como en catalepsia y eso es en lo que yo quisiera ayudar”, plantea de entrada.
Dice que su decisión de volver se decantó ”(por el) ruego de varios diputados, como 15 o más que me insistieron bastante”. “No es que me esté dando de rogado, ni de indispensable” plantea al recordar su apacible vida “pastoril” en la Patagonia. “El partido no puede tener una directiva que se prolonga a sí misma por un año completo, un año y dos meses. No es una cosita para salir de la epidemia. Es como para dejar al partido a la espera de algo durante un año”, comenta.
“El país está convertido en un verdadero volcán y necesita para enfrentar las decisiones una directiva muy a caballo”, plantea el abogado, quien de inmediato marca distancia con el ex timonel de RN Mario Desbordes, con quien en su momento formó alianza cuando presidió la colectividad bajo el primer gobierno de Sebastián Piñera.
“Yo creo que el paso de Mario Desbordes por la presidencia del partido después de octubre no antes, después de octubre, ha conducido al partido a posiciones de izquierda”, sostiene.
“Que RN coincida con los partidos de izquierda siendo que es un partido de derecha, bueno, eso yo lo encuentro muy negativo y Mario Desbordes estuvo a cargo de esa deriva. Hizo un cálculo político y yo creo que se equivoca en el cálculo político porque Chile hoy necesita un partido de centro derecha como es y como ha sido RN siempre”, añade.
“En los hechos, se derogó la Constitución ese 15 noviembre y después la directiva de RN apareció entusiastamente respaldando el que entráramos en un periodo en que se va a renovar la constitución a partir de cero y eso es lo peor que se puede haber hecho”, acusa Larraín, quien pide que Desbordes –hoy ministro de Defensa- no se inmiscuya en las elecciones internas de la colectividad.
“A mí me encantaría no hablar de Mario Desbordes porque Desbordes tiene un cargo muy importante para la vida del país que es el Ministerio de Defensa yo creo que esa es una ocupación de tiempo completo y debiera concentrarse en eso y no estar interviniendo en la elección interna de RN que es al fin y al cabo una cosa periférica para el cargo que él tiene”, puntualiza.
El plebiscito y la relación con el gobierno
Respecto al plebiscito de octubre, Larraín sostiene que RN debiese “salir claramente por la tesis que se defiende la constitución vigente se le modifica y se le mejora. Es decir, salir por el rechazo que es lo que el 90% de RN quiere”.
Pero antes de hablar de sus planes como eventual timonel de RN, insiste que lo principal es evitar que se aplace la elección interna y se prorrogue la directiva que preside el senador Rafael Prohens. “Eso nos va a dejar en un estado larvado, nos va a dejar en una especie de catalepsia. Como esas arañas que hay que matan las moscas y las dejan para comérselas en invierno. Porque si RN sigue derivando hacia la izquierda los únicos que ganan son los partidos de izquierda que están lamiéndose los bigotes con esta deriva de RN”, destaca.
“Esto es como si estuviera reventando el Vesubio detrás nuestro y nosotros estamos en una casita muy agradable con terraza mirando la bahía de Napoles por favor el país se está desintegrando”, ejemplifica.
Larraín tuvo una relación difícil con Piñera durante el primer gobierno del actual mandatario. Hoy, sin embargo, asegura que resulta obligatorio respaldar al gobierno. Pese a ello, marca algunos puntos respecto a la postura que ha tenido La Moneda respecto al proceso constituyente.
“Yo habría preferido un gobierno más jugado por la continuidad histórico político institucional chilena, claro que me habría gustado. Pero comprendo que la figura del Presidente de La República tiene el elemento ese de la jefatura del Estado y si ha habido este acuerdo de elegir una constituyente el Presidente de La República prefiere tomar una postura más neutra para no herir susceptibilidades”, asegura.
“Ahora si es por disputas con el Ejecutivo el año anterior, hubo ene disputas. Llegó al punto que no se reunían los partidos en el comité político, tan peleados estaban que no se saludaban, se decían ‘trululú’... Siempre hay roces en las coaliciones pero yo me voy a encargar de que el Gobierno tenga el más amplio posible de RN”, agrega.
“El gobierno estaba en una situación muy difícil porque aceptó el 15 de noviembre que se dictara una nueva Constitución pero en esa oportunidad se quiso introducir unos filtros de protección, la noción que todo se acordaría por 2/3. Artículo por artículo y también el conjunto de la constitución y que el reglamento de la constituyente tendría que contemplar eso pero en fin. Están un poco obligados por lo que hicieron. Pasa lo que pasaba en esas películas mexicanas de Jorge Negrete. ‘Mi pasado me condena’. Se pillaron los dedos y en eso están. No ven cómo salir del enredo y ahora se están dando cuenta que ni siquiera la noción de los 2/3 va a ser respetada por la izquierda”, augura.
“Una revuelta organizada que significó picotear la puerta del orden institucional chileno es un paso muy importante en este cambio brusco de nuestras instituciones que está en curso y con mucha importancia de lo que está en la calle. Desgraciadamente la violencia marcó esos días”, pondera al recordar el acuerdo constitucional suscrito el 15 de noviembre pasado.
Sobre la irrupción de Pablo Longueira a favor del Apruebo, dice que su tesis tiene algunos puntos considerables. “Pero que la gran batalla va a ser la elección de constituyentes es cierto hasta por ahí no más. La primera gran batalla es el plebiscito, si en el plebiscito los que estamos por defender la Constitución sacamos pocos votos va a ser muy difícil elegir una constituyente sensata”.
Finalmente vuelve a la carga con la idea de que RN postergue su elección interna. “Si quieren dejar a RN en un refrigerador mucha gente se va a ir a Evopoli, al Partido Republicano y a la UDI”, sentencia.