Un duro rechazo encontraron los dichos del precandidato presidencial Alejandro Guillier entre los líderes del Frente Amplio, después de que en entrevista con la radio de la Universidad de Chile aseguró que "lo que le pasa en general a los movimientos de izquierda es que ellos son hijos de la globalización, son políticos de menú" y que en la izquierda y la juventud "hay una dificultad crónica de construir acuerdos, porque piensan que ello es traición".
En este contexto, y después de que la entrevista del senador por Antofagasta se difundió fuertemente en redes sociales este martes, los líderes del Frente Amplio reaccionaron a sus dichos, los que Guillier salió a aclarar más tarde desde Tocopilla.
Para el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, las declaraciones de Guillier "son propias de un actor de la política más conservadora de Chile". El militante del Movimiento Autonomista acusó que el parlamentario "se equivoca en señalar que el Frente Amplio y la generación de la que soy parte no está dispuesta a llegar a acuerdos" y advirtió que ellos sí quieren llegar a acuerdos, "pero con la sociedad, no en 'cocinas', ni livings o grandes oficinas de los empresarios santiaguinos".
En diálogo con T13.cl, edil recordó que "los jóvenes y los movimientos sociales han jugado un rol importante en la sociedad, y han permitido correr la barrera de la discusión pública en Chile en los últimos diez años, como la educación, la asamblea constituyente y No+ AFP".
Se está acercando cada vez más a la imagen de Ricardo Lagos, con dichos propios de un político de la transición
Además, Sharp explicó que este "esfuerzo se ha ido encontrando con otras generaciones y se ha ido conformando una nueva alianza social por las transformaciones democráticas". Finalmente, el alcalde advirtió que "en relación a los '90, entre los jóvenes se ha fortalecido la lógica de lo colaborativo y colectivo, no lo individual", y acusó que Guillier se "está acercando cada vez más a la imagen de Ricardo Lagos, con dichos propios de un político de la transición".
Por su parte, el dirigente de Izquierda Autónoma, Francisco Figueroa, distinguió que "Guillier y los viejos partidos le llaman 'acuerdo' a una forma de restringir la democracia". El dirigente añadió que el Frente Amplio "quiere sentar en la mesa los intereses de la mayoría y ya hemos contribuido a hacerlo desde el movimiento social".
Tras esto, Figueroa criticó que "gestionar intereses de una minoría privilegiada, como han hecho la derecha y la Nueva Mayoría, no califica como construcción meritoria y democrática de acuerdos" y que advirtió que no cree que "los viejos partidos ni Guillier estén en condiciones de dar lecciones al respecto".
Los viejos partidos ni Guillier están en condiciones de dar lecciones
Por su parte, la vocera del Partido Poder, Karina Oliva, argumentó que el Frente Amplio está construyendo acuerdos con la ciudadanía y que "aquí lo que tiene que quedar claro es cómo construimos un acuerdo en todo Chile", desde los sectores políticos que "no tienen miedo a las transfomaciones, en construir, por ejemplo, un sistema de pensiones solidario de reparto, en cómo consturimos un acuerdo nacional para recuperar la educación pública y la salud pública".
Así, Oliva apuntó a un "consenso a nivel nacional, no sólo con los líderes de los partidos tradicionales, que hoy lo que quieren son acuerdos con los grandes grupos económicos", sino que con la ciudadanía y "los militantes y el votante de la NM sí quiere consenso y acuerdo para recuperar la educación pública y un sistema de previsión justo, de reparto".
"Constatación sociólogica"
Tras conocerse sus dichos, Guillier salió a aclarar su planteamiento desde Tocopilla, y acusó que "hay una manipulación de la prensa que está tratando de generar cizaña entre nosotros. Hay prensa conservadora que está en campaña de destruir al progresismo".
El senador aseguró que él se refirió a evidencias y no realizó ataques, sino que hizo una "constatación de un hecho sociológico que ha dado motivo a toda una interpretación de la gobernabilidad del Siglo XXI". Guillier argumentó que su análisis fue sobre "los jóvenes en el mundo moderno, en el mundo actual, y pasa en Europa, en América Latina en parte: tienen una cultura más individualista, trabajan con criterios más de los menús de las web, donde cada uno se hace su menú. Y esa cultura hace más difícil llegar a acuerdos o consensos, ellos miran con desconfianza el consenso porque sienten que es una especie de traición", insistió.
Con todo, Sharp advirtió que "es difícil analizar tantos dichos contrapuestos de un precandidato presidencial", y que pese a que son críticos de la Nueva Mayoría y no votarán por sus abanderados, la precandidatura de Fernando Atria es mucho más "interesante y coherente" que la de Guillier.