La argelina Imane Khelif, una de las dos boxeadoras de París-2024 envueltas en una polémica de género, conquistó este viernes la medalla de oro olímpica del peso wélter (-66 kg) ante un público enfervorizado por su victoria en el cuadrilátero de Roland Garros.
Khelif logró su primer título olímpico al batir a la china Yang Liu por decisión unánime y lo celebró dando la vuelta a la emblemática pista de tenis levantada en hombros por un miembro de su equipo.
"Estoy muy contenta. Durante ocho años éste fue mi sueño y ahora soy campeona olímpica", se felicitó la ganadora. "Quiero dar las gracias a toda la gente que ha venido a apoyarme. A toda la gente de Argelia, a mi equipo y a mi entrenador".
Con sus camisetas y banderas, la afición argelina tiñó prácticamente de verde unas tribunas con alrededor de 15.000 aficionados.
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Khelif, de 25 años, fue recibida al entrar con un sonoro estruendo, mientras que su rival era abucheada por una parte del público.
Gritos de "Imane, Imane" alentaron a la argelina durante los tres asaltos, en los que dominó completamente a su experimentada rival, campeona mundial el año pasado.
Khelif, que esta vez no tenía ventaja de envergadura, sí pudo explotar su mayor potencia física descargando una ráfaga de golpes sobre Yang para tomar la iniciativa desde el principio.
En el último asalto la argelina sólo tuvo que conservar su ventaja y, al sonar la última campana, saltó de alegría antes de saludar a su oponente y alzarle el brazo en señal de reconocimiento.
"Me esforcé al máximo, pero mi rival fue mucho mejor. Es una luchadora excelente y muy fuerte", reconoció Yang.
Miles de aficionados se quedaron en sus asientos hasta prácticamente la medianoche parisina para aclamar a su nueva ídolo en la ceremonia de entrega de medallas.
Un torneo convulso
El triunfo culmina un recorrido de Khelif por estos Juegos que estuvo envuelto en críticas de algunas rivales y de políticos conservadores como Donald Trump, pero que también la convirtieron en una heroína deportiva de su país, que hasta ahora sólo había logrado otra medalla de oro en París.
Tanto Khelif como la taiwanesa Lin, que el sábado peleará por el oro del peso pluma (-57kg), habían participado en los pasados Juegos de Tokio-2020 sin llegar al podio ni tampoco ser cuestionadas.
En París, sin embargo, la controversia estalló en el primer combate de la argelina cuando su rival, la italiana Angela Carini, abandonó entre lágrimas tras sólo 46 segundos de pelea, en los que recibió varios fuertes golpes en el rostro.
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Las imágenes se extendieron rápidamente por las redes sociales con figuras del deporte, como Martina Navratilova, y de la política conservadora, desde la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, al expresidente estadounidense Donald Trump, criticando la autorización del COI a la participación de Khelif y recordando su descalificación del Mundial de 2023.
Esa suspensión fue decretada por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), organismo enfrentado al Comité Olímpico Internacional (COI) y al que se retiró la organización del boxeo en los Juegos por problemas de ética y transparencia.
Esta semana, la IBA afirmó que Lin y Khelif fueron entonces sometidas a "pruebas genéticas que demuestran que son hombres", lo que provocó que autoridades de Taiwán amenazaran con emprender acciones legales contra ese organismo.
El presidente del COI, Thomas Bach, y altos funcionarios de Argelia y Taiwán han defendido enérgicamente a Khelif y Lin, afirmando que nacieron y se criaron como mujeres y que tienen pasaportes que así lo muestran.