Una tragedia ocurrió la tarde de este viernes en Brasil, donde un avión con 62 personas a bordo se estrelló en el sureste del país. Todos los ocupantes de la aeronave murieron, lo que tiene de luto al país sudamericano.
Cerca de las 13.30 horas el avión que viaja desde Cascavel, en el estado de Paraná, hasta el Aeropuerto Internacional de Guarulhos de Sao Paulo, se precipitó en las cercanías de Vinhedo, una localidad vecina a Sao Paulo.
Confirman que no hay sobrevivientes tras caída de avioneta en región de Aysén
El Presidente de Brasil, Lula da Silva, detalló que se trató de 58 pasajeros y cuatro tripulantes del avión los fallecidos y comprometió “toda la atención necesaria” a las familias.
Los “sobrevivientes” del accidente aéreo en Brasil
Pese a que no hubo sobrevivientes del vuelo, sí hubo personas que no alcanzaron a abordar el avión por diferentes motivos.
Una de esas personas es Adriano Assis, quien es oriundo de Río de Janeiro y conversó con el medio Jornal Hoje de TV Globo sobre la situación. Contó que no lo dejaron abordar el avión porque habría estado a toda su capacidad, e incluso dijo que había discutido con un trabajador.
“Llegué aquí a las 9.40 pero la puerta estaba cerrada. Yo estaba trabajando porque yo no soy de aquí. Cuando llegué acá me quedé esperando para ver si abrían nuevamente, pero nadie me daba una respuesta”, relató el hombre.
“Cuando vi ya eran las 10.30 y como a las 10.41 el tipo me dijo que había perdido el vuelo porque había abordado hace una hora. En ese momento incluso discutí con él, pero me salvó la vida (…) Él hizo su trabajo, tal vez si él no hubiera hecho su trabajo, tal vez ahora no estaría aquí”, contó el hombre visiblemente afectado.
El medio citado contó la historia de José Felipe y su grupo de cuatro amigos que tampoco pudo abordar el avión de VoePass, y además aseguró que fueron diez personas en total las que perdieron el avión.
“Hubo diez personas que perdieron su conexión de vuelo para abordar a Guarulhos. En mi caso había comprado el billete y me dijeron que el avión ya estaba lleno. Incluso les dije que intentaran subirme al avión porque tenía que abordar, pero me dijeron que no había manera y que lo único que podía hacer era reprogramar mi vuelo para hoy más tarde”, contó José Felipe.
“Estoy aquí temblando. Sólo me queda darle gracias a dios”, dijo todavía desde el aeropuerto.