Por Carla Alonso
El nombre del economista Mario Marcel venía sonando con fuerza en el último tiempo en los pasillos del servicio público en Chile.
En diciembre de 2013, el ingeniero comercial de la Universidad de Chile apareció como un sucesor posible del economista Manuel Marfán en el Consejo del Banco Central. Pero ese nombramiento no llegó a puerto y Marcel siguió radicado en Paris, donde vivió durante más de tres años y se desempeñó como subdirector de Gobernabilidad y Desarrollo Territorial en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El año pasado, su nombre volvió a estar sobre la mesa como una posible carta para el Ministerio de Hacienda. Pero tampoco se concretó y en julio del año pasado, volvió a empacar sus maletas: de París saltó a Washington, donde se encuentra la sede del Governance Global Practice del Banco Mundial. Ahí ocupa el sillón de director, hasta hoy.
Sin embargo, tras ocho años en el exterior, la tercera podría ser la vencida.
El lunes, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, anunció que el Gobierno propuso a Marcel como nuevo consejero del Banco Central.
Pero su arribo depende de la aprobación del Congreso. Si es ratificado, el economista reemplazaría desde octubre al consejero del instituto emisor, Enrique Marshall, quien asumirá como vicepresidente de BancoEstado… pero los tiros irían más allá. El domingo economistas comentaban que es la carta para suceder a Rodrigo Vergara en la presidencia del instituto emisor.
Credenciales no le faltan: junto con su experiencia internacional -donde figura también su trabajo en el Banco Interamericano del Desarrollo (BID)- y su militancia PS, en su hoja de vida destaca el trabajo que realizó como director de Presupuestos durante el gobierno de Ricardo Lagos y es sindicado como uno de los ideólogos de la regla del superávit estructural.
Un segundo capítulo relevante en su paso por la administración pública fue el trabajo que realizó durante el primer gobierno de Bachelet, cuando lideró la comisión que llevó su nombre -Comisión Marcel- para estudiar cambios al sistema previsional chileno.
"Durante 12 años trabajó para el gobierno de Chile, ocupando cargos de alto rango en el Ministerio de Hacienda, incluyendo el de secretario ejecutivo del Comité Interministerial para la Modernización de la Administración Pública (...). A comienzos de la década de 2000, lideró un innovador trabajo en el diseño de una regla estructural de presupuesto fiscal en Chile, en paralelo con Suecia y Suiza, que más tarde se expandió a más de 30 países", dice su blog del Banco Mundial.
En un contacto teléfonico desde Washington, Marcel -quien es uno de los técnicos más respetados de su sector-, no disimuló su alegría con la nominación: "Lo primero que quisiera hacer es agradecer a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, por haberme honrado con esta nominación, que además, personalmente, me abre la posibilidad de volver a Chile después de ochos años trabajando en el ámbito internacional y de volver a ejercer el servicio público en mi país con un cargo de este nivel de responsabilidad".
Marcel agregó que el Banco Central "es una institución que tiene un gran prestigio, no solamente en Chile sino en el extranjeto, el que toma decisiones sobre política monetaria y financiera que representa una parte fundamental de la política económica en Chile, y que son una contraparte fundamental de la política fiscal que en la actualidad lidera el ministro Valdés".
"Como economista para mí sería un gran orgullo poder incorporarme al Consejo del Banco, que integran prestigiosos consejeros, presidido actualmente por Rodrigo Vergara", añadió el ex Director de Presupuesto.
En octubre del año pasado, en entrevista con el diario La Segunda, Marcel no quiso opinar sobre coyuntura política en Chile. "Lo que observo desde una perspectiva más amplia es que muchos de los problemas que se enfrentan y las responsabilidades que se achacan a las autoridades tienen más que ver con un desgaste de las instituciones tradicionales del país, a la luz de los grandes cambios que ha experimentado la sociedad".
En esa entrevista sostuvo que "Chile tiene una fuerte tradición autoritaria, centralista, socialmente conservadora y economicista. Muchos elementos de la actual estructura institucional de Chile corresponden a una etapa de desarrollo anterior a la actual y a la que queremos llegar".
