Quería explotar a compatriotas en comercio sexual: Nuevos antecedentes sobre Carlos Cortez, prófugo por crimen de cabo Palma
Las intensas diligencias para dar con los sospechosos del crimen del cabo Daniel Palma siguen adelante. Ya hay dos personas detenidas, pero la investigación que dirige la Fiscalía Centro Norte apunta a más presuntos involucrados en el homicidio ocurrido el pasado 5 de abril en el centro de Santiago, en la región Metropolitana.
Con más de 40 domicilios allanados, la Policía ha ido estrechando el círculo sobre los otros sospechosos. Uno de ellos es Carlos Alexander Cortez Florez, de 20 años, alias “Carlitos Nike”, joven venezolano que corresponde a uno de los “sujetos de interés” que difundió el Ministerio Público el día después del crimen.
Además de Luis Alberto Lugo Machado, de 23 años, uno de los detenidos, Cortez es considerado clave en la investigación, pues, de acuerdo con los antecedentes que han podido reunir el Ministerio Público y Carabineros, posee un perfil de “alto riesgo”; con supuestos nexos con homicidas, trata de personas y tráfico de drogas en su alarmante expediente delictual.
Cortez, cuya imagen ha sido ampliamente compartida en las redes sociales, llegó a Chile en enero de 2021, ingresando por un paso no habilitado en Colchane, en la región de Tarapacá. Tras un breve periodo en el norte del país, una familiar que ya estaba asentada en Santiago lo recibió en la capital.
“Carlitos Nike” llegó a calle Eleuterio Ramírez, en la comuna de Santiago, donde comenzó a residir con su familia materna. Según antecedentes que publicó La Tercera, a los pocos meses encontró trabajo como reponedor de un supermercado Líder, en Vitacura. En esas labores duró alrededor de seis meses, hasta que se trasladó a Viña del Mar. A su familia le llamó la atención el cambio, pues no tenía mal comportamiento ni en su casa ni en su vida laboral.
En Viña del Mar permaneció poco tiempo. A los tres meses volvió a cambiar de residencia y así llegó a Concepción, donde empezó a relacionarse con otros compatriotas venezolanos, que para la familia “tenían cosas raras”.
De acuerdo con los antecedentes que maneja la Policía, fue en la capital del Biobío donde estrechó lazos con el mundo delictual. De hecho, Lugo Machado vivía en Concepción, donde estuvo detenido por porte ilegal de armas y micro tráfico de drogas.
La investigación también arroja otro dato. Según comentó a su círculo más cercano, estando en Concepción, Cortez intentó ingresar a Chile a una mujer venezolana para explotarla en el comercio sexual, así como también dedicarse completamente al tráfico de drogas y armas.
El año pasado, en tanto, el sospechoso arrendó un automóvil para trabajar de delivery, generando ingresos que iban desde los 10 mil hasta los 100 mil pesos al día, o más.
En noviembre de 2022 “Carlitos Nike” llegó a Santiago, desde Concepción, en compañía de otro amigo venezolano, quien es recordado por su círculo de amigos y familia como un sujeto de tez clara, contextura delgada, y de entre 25 o 26 años. Por su forma de hablar, recuerdan los mismos cercanos, “dio la impresión de que era delincuente”.
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Con el correr de los días, uno de sus primos esparció el rumor, entre el mismo círculo, que el amigo con el que andaba Cortez había estado preso en Venezuela por asesinar a alguien y que además se dedicaba al tráfico de drogas.
A raíz de estos “malos pasos”, la relación que mantenía con su familia en Santiago se comenzó a quebrar. Además, mantenía una deuda con ellos, por lo que no quieren saber mucho de “Carlitos Nike”, menos ahora con su presunta responsabilidad en el homicidio del cabo Palma.