Pese a tener más de 100 años de experiencia combinada, los seis miembros de la tripulación que se propuso iniciar un viaje de cuatro días por un aislado sector del lago Carrera en la Patagonia chilena, no pudieron hacer frente ante los intensos vientos y corrientes.
Iban en cuatro kayaks, dos de ellos individuales y los otros dos para dos personas. En uno de estos iba Douglas Tompkins junto al montañista, escritor y vicepresidente de Iniciativas Ambientales de la compañía Patagonia, Rick Ridgeway (66), quien hace poco recordó los hechos en un blog.
Fue el 8 de diciembre de 2015 la fatídica fecha en que este grupo de excursionistas perdió a uno de los suyos, su líder y mentor, el empresario, ecologista, creador del parque Pumalín y fundaciones de protección al medioambiente, además de marcas como ESPRIT y The North Face: Douglas Tompkins.
Su amigo, Rick Ridgeway recuerda con dolor el día en que “Doug” falleció: “En el tercer día (del viaje) una corriente de viento creó condiciones desafiantes, y con nuestro timón defectuoso no pudimos evitar una ola que nos volcó”.
El sobreviviente relata que en un momento no sabían la suerte del resto de sus compañeros, quienes habían avanzado con mayor velocidad. “Teníamos 30 minutos para sobrevivir. La temperatura era quizás de 3 o 4 grados Celsius”, añade.
En ese instante se vieron frente a una decisión: intentar nadar hacia una orilla o quedarse con el bote volcado, el que se desviaba cada vez más hacia el centro del lago. Eligieron lo primero.
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“El tiempo estaba en nuestra contra. Me estaba ralentizando e incluso con el chaleco salvavidas las olas más grandes me hundieron (…) Vi a Doug y asumí que estaba en la misma situación. Tenía hipotermia. Por algunos minutos me rendí (…) Luego vi a mis compañeros remando hacia nosotros contra el viento”, recuerda Ridgeway.
Allí se vistieron de héroes Jib Ellison, guía de río y dueño de una consultora en sustentabilidad, y Lorenzo Álvarez, kayakista profesional estadounidense. Ellos tomaron a Ridgeway, quien ya había perdido la consciencia y solo la recuperó en tierra.
“Doug no tuvo tanta suerte”, admite Ridgeway.
El empresario fue rescatado del agua por Weston Boyles, de la ONG “Ríos to Rivers”, quien iba en el otro bote doble junto a Yvon Chouniard, montañista, ambientalista y dueño de Patagonia.
Pero Tompkins tenía la temperatura demasiado baja como para salir con vida. Según recuerdan sus amigos, luchó hasta el final, pataleando y tratando de mantener su cabeza sobre el agua, pero después de una media hora perdió la consciencia.
Los excursionistas fueron rescatados en helicópteros –uno de la Armada de Chile y otro particular- y llevados al Hospital de Coyhaique, por la gravedad de Tompkins.
“Estimo que el viento era de 40 a 45 kilómetros/hora y las olas entre dos y tres metros”, precisa Alejandro Maino a T13, uno de los pilotos que divisó el accidente y realizó el rescate.
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Al centro asistencial, el filántropo ingresó con 19° Celsius de temperatura corporal y pese a los intentos por reanimarlo, Tompkins falleció a los 72 años.
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