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Juan Barros: El controvertido nuevo obispo de Osorno y su nexo con Karadima

Juan Barros: El controvertido nuevo obispo de Osorno y su nexo con Karadima
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Víctimas del ex párroco del Bosque acusan que la nueva autoridad eclesiástica habría sido testigo de los abusos cometidos, situación que el eclesiástico descarta.

Velatones, manifestaciones con pancartas, mensajes en las redes sociales y declaraciones de altas autoridades del mundo político y eclesiástico, han dado cuenta de la controversia que produce la asunción del sacerdote Juan Barros como nuevo obispo de Osorno.

La nueva autoridad de la zona asumirá a contar del sábado 21 de marzo, en medio de la austeridad. 

En vista de los duros cuestionamientos que ha provocado su ascenso, el propio Ministerio de Defensa suspendió una misa de despedida que se había programado, atendiendo a que Barros ofició por diez años como sacerdote castrense. 

Mientras las protestas se han sucedido en la plaza de Osorno, en Twitter otros articularon una campaña para enviarle un mensaje al Papa en su cuenta en español, para solicitarle que revoque el nombramiento de uno de las figuras que estuvo al alero de Fernando Karadima: 

Quién es Juan Barros 

La última línea de la biografía que Iglesia.cl registra de Barros da cuentas de que el 10 de enero de 2015 fue nombrado obispo de Osorno. Esto fue registrado con sólo dos escuetos tuits por la Iglesia: 

Al ser informada su designación, Barros envió un mensaje a la comunidad que se alista a dirigir espiritualmente:

"Quiero integrarme con todo el corazón junto a ustedes al caminar de la Iglesia inspirada hoy tan luminosamente por el Papa Francisco, valorando y animando la vocación de las familias, invitando a los niños y jóvenes a dejar entrar a Jesucristo en sus vidas, agradeciendo y apoyando a nuestros adultos mayores, empeñándonos en un caminar solidario con tantos que sufren", manifestó. 

Juan de la Cruz Barros Madrid nació en Santiago hace 58 años. Tras estudiar ingeniería comercial, se integró al seminario, para obtener luego una licenciatura en Teología, con lo cual iniciaría su vida eclesiástica.

El mismo sitio registra que Barros se desempeñó como secretario privado del Cardenal Juan Francisco Fresno, Arzobispo de Santiago, 1983 a 1990; fue párroco de Nuestra Señora de la Paz, en Santiago, 1990. Párroco de San Gabriel, en Santiago, desde 1993 hasta su elección como Obispo. Posteriormente, asumiría como director del Área Eclesial de la Conferencia Episcopal de Chile, 1993.

Tras ello, contaría con el beneplácito de la Santa Sede para asumir el obispado de Iquique, entre otras funciones.

El nexo con Fernando Karadima, su guía espiritual

En el sitio ACI Prensa se registra un homenaje que realizó en su liturgia de despedida de su cargo de obispo de Iquique, citando que “durante estos años –dijo también Mons. Barros durante la homilía- varias veces ustedes me habrán escuchado referirme con especial gratitud al sacerdote que es mi guía espiritual hace más de 35 años, el querido Padre Fernando Karadima Fariña".

"Su testimonio de consagración y espíritu apostólico, su sabia claridad en el consejo y también otros generosos apoyos, han redundado en mi bien personal y de esta querida Diócesis. Que Dios nos mantenga unidos por muchos años y en la común aspiración de santidad”, agregó.

La principal crítica al desembarco de Barros en el obispado osornino es que, en palabras de las víctimas de Karadima, el sacerdote habría sido uno de sus hombres clave de su círculo de hierro, y habría conocido los abusos cometidos. 

Juan Carlos Cruz detalla en una carta que envió al Vaticano y que recogió Ciper, que: 

"Juan Barros se sentaba en la mesa al lado de Karadima y le ponía la cabeza en el hombro para que lo acariciase. Disimuladamente le daba besos. Más difícil y fuerte era cuando estábamos en la habitación de Karadima y Juan Barros, si no se estaba besando con Karadima, veía cuando a alguno de nosotros, los menores, éramos tocados por Karadima y nos hacía darle besos diciéndome: “Pon tu boca cerca de la mía y saca tu lengua”. Él sacaba la suya y nos besaba con su lengua. Juan Barros era testigo de todo esto y lo fue incontables veces, no solo conmigo sino con otros también".

Pese a ello, Barros ha señalado que jamás tuvo conocimiento de los delitos que protagonizaba su par eclesiástico, aseverando que condena el daño provocado a los denunciantes del ex párroco de el Bosque.

Críticas de víctimas de Karadima y de sectores de la Iglesia

Distinta es la versión que han relatado las figuras que emprendieron las acciones en contra de Karadima. 

Tras conocerse el nuevo rol que tendría Barros dentro del cuadro de la Iglesia chilena, fueron de los primeros en levantar la voz. En ese contexto, James Hamilton aseveró que el nuevo obispo de Osorno "es un sicario de Karadima"

Juan Carlos Cruz también ha fustigado la determinación del sacerdote de aceptar la nominación.

Incluso, sectores de la Iglesia chilena han salido a cuestionar a Barros, como es el caso de Felipe Berríos, quien puso en duda que él desconociera los hechos imputados a Karadima. 

En tanto que el ex capellán de La Moneda, Percival Crowley, aseveró que las peticiones de que desista de asumir el obispado, son "legítimas". 

Mundo político se suma a reparos

Desde el Parlamento, figuras políticas han expresado su rechazo a la designación del sacerdote, con carteles y distintas muestras.

El ex Presidente Eduardo Frei difundió este 19 de marzo una declaración pública en la que lamenta las circunstancias en torno al nombramiento y recalca que Barros no fue "obligado" a aceptar el cargo. 

Frei afirmó que "Monseñor Barros ha sido designado por Su Santidad el Papa Francisco, a propuesta de la Congregación de los Obispos, pero él no ha sido obligado".

Otras figuras de la escena política también se manifestaron en Twitter: 

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