Bastó un recorrido por apenas diez edificios de Estación Central, en la región Metropolitana, para detectar al menos 20 guarderías informales.
Una investigación exclusiva de Reportajes T13 evidenció las preocupantes condiciones en que niños, la mayoría hijos de inmigrantes, pasan hasta 12 horas en escasos metros cuadrados.
En uno de los lugares hay hasta 11 niños en 10 metros cuadrados, aunque en otro aseguran que reciben a 14 como máximo. Los mayores no tienen más de 5 años y los menores incluso son bebés que recién aprenden a caminar.
El living es el único espacio habilitado para que puedan desplazarse. Sin embargo, en la investigación se ve cómo dos niños deben permanecer dentro de un clóset, incluida una guagua de poco más de un año, completamente tapada. De material didáctico, ni hablar.
“Es impresentable. Un niño metido adentro de un clóset, esa es una vulneración de derechos”, advirtió en T13 Yolanda Pizarro, subsecretaria de la Niñez.
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Con valores entre los 110 mil y los 150 mil pesos, con horarios entre las 08:00 y las 19:00 horas, pero que en algunos casos se extiende hasta la noche, la demanda por estas guarderías es tan alta que muchas tan están sobrepasadas.
Y es que Estación Central cuenta con apenas 23 salas cunas y jardines infantiles administrados por la Junji, Integra y la Municipalidad, espacios que alcanzan a cubrir cerca de 2.150 cupos, es decir, sólo la mitad de la necesidad real.
Si no hay cupos del Estado, las guarderías irregulares se vuelven la única opción, pues recurrir a centros privados tiene costos inalcanzables para los padres de estos niños.
Además, a través de un documento la Superintendencia de Educación informó que estos recintos calificados como guarderías quedan fuera del ámbito de fiscalización, porque no son considerados como establecimientos educativos.
“No hay alguien competente que pueda monitorear la calidad y la seguridad de estos niños en este minuto y eso es algo crucial que tenemos que tratar. Quién va a regular esto que sabemos que existe y que está invisibilizado hace muchos años, pero que es una urgencia por el derecho superior del niño”, expuso Marigen Narea, investigadora del Centro de Justicia Educacional PUC.
