Ezzati critica proyecto de despenalización del aborto: "Sería un retroceso para el país"
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, reforzó sus cuestionamientos al proyecto del gobierno que busca despenalizar el aborto en tres causales: peligro de vida de la madre, inviabilidad del feto y violación, y que se vota en general en la Comisión de Salud de la Cámara el próximo 4 de agosto.
Ezzati remarcó que el aborto "es un tema que toca la inteligencia, que toca la razón, lo que significa la vida y quienes son los dueños de la vida".
"Los obispos de Chile hemos sido muy claros, y creemos que sin duda si en el país se llegara a aprobar una ley de aborto no sería un adelanto para el país, sería un retroceso para el país. Justamente porque quien está más abandonado, es justamente la persona indefensa y eliminarlo de esta manera es sin duda alguna un crimen muy grave", remarcó.
El arzobispo hizo hincapié en que su postura contraria al aborto "no supone desconocer la problemática, el dolor, las situaciones difíciles de la persona, de la mujer, pero significa buscar una solución que no empeore esa situación, que no la haga más grave todavía, sino que sea de verdad una solución positiva para todos".
"Creemos firmemente que la vida humana es sagrada, que nadie tiene derecho a intervenir sobre la vida humana para eliminarla, especialmente cuando esa vida humana es inocente e indefensa", agregó.
Hoy, la Comisión de Salud de la Cámara continuará el análisis del proyecto del gobierno, que será votado en general el próximo 4 de julio.
Para este martes están invitados los abogados Juan Pablo Mañalich, Magdalena Ossandón, María Elena Santibáñez, Alejandra Zúñiga y Laura Mayer y el académico Ignacio Cobarrubias.
En otros temas, el arzobispo se refirió a los dichos del Papa Francisco sobre la demanda de Bolivia por un acceso soberano al mar: "Me parecen justas, adecuadas a lo que es: un pastor, no un político"
Por otro lado, calificó de "destempladas" las palabras del presidente boliviano, Evo Morales, en la recepción a Francisco en La Paz, quien aseguró al pontífice que llegó a un país al que "se le ha mutilado el acceso al mar".