Expertos de la industria están preocupados de que Chile se esté quedando atrás en la carrera mundial del hidrógeno verde pese a su sólida matriz de energía renovable y su ventaja geográfica para exportar a mercados asiáticos.
En un panel sobre transición energética en Santiago, firmas que apuestan miles de millones al hidrógeno verde en el país dijeron que el largo trámite de permisos y la falta de infraestructura, como puertos y transmisión de energía, frenan al sector mientras otros países avanzan a paso firme.
"Llevábamos tres, cuatro años de ventajas respecto al mundo en la implementación de estos proyectos. Hoy día se reduce a meses", dijo Mario Marchese, director de proyectos de HNH Energy, un proyecto de 11.000 millones de dólares en la Patagonia chilena.
"Estamos en una carrera de quién llega primero a los mercados", agregó. "Cada vez estamos con esa ventana más cerrada, en que estamos perdiendo la guerra".
HNH Energy, respaldada por AustriaEnergy, Okowind y Cophenhagen Infrastructure, prevé producir 1,3 millones de toneladas de amoníaco y 270.000 toneladas de hidrógeno al año con un parque eólico de 1,4 gigavatios. Es uno de los proyectos de hidrógeno verde más grandes del mundo y la mayor inversión que ha pasado por el proceso de permisos ambientales de Chile.
"Llevamos cuatro años preparando el permiso ambiental, hemos invertido decenas de millones de dólares en poder llegar a esta etapa, y hoy ya nos queda un buen camino que recorrer", dijo Marchese, agregando que ha sido la parte más desafiante y esperan firmar contratos de construcción en la primera mitad del 2027.
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El ejecutivo señaló que Australia compite para llegar primero a los mercados asiáticos y Brasil también está emergiendo como un competidor global.
Katherine Orozco, gerente de desarrollo de proyectos de EDF Chile, subsidiaria de la francesa EDF que prevé invertir 2.000 millones de dólares, dijo que la abundancia de energía solar en las regiones desérticas del norte de Chile y de energía eólica en el sur, junto con la proximidad a la costa, le dan una gran ventaja sobre otros países de América Latina.
"En el hidrógeno, 60, 70% del costo está asociado a la energía eléctrica, a la energía renovable", dijo Orozco. "Eso es lo que nos debe dar la competitividad con el mundo. Entonces, no deberíamos estarla perdiendo".
Orozco dijo que uno de los mayores desafíos que ve es la falta de líneas de transmisión eléctrica y puertos para exportar hidrógeno verde. Brasil, señaló, ya ha comenzado a desarrollar puertos, lo que le da una ventaja.
Orozco destacó que el gobierno está impulsando la inversión público-privada y dos proyectos de ley que buscan agilizar los permisos, pero ambos se encuentran retrasados en el Congreso.