Los que se opusieron a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) siempre advirtieron que hacerlo pondría en riesgo una de las principales fortalezas económicas del país: el papel de Londres como capital financiera de Europa.
Y menos de 12 horas después de que los británicos votaran contundentemente por el Brexit, la controversia ya estaba en pleno furor.
El viernes, fuentes en el banco de inversión estadounidense Morgan Stanley le dijeron a la BBC que estaban acelerando el estudio de un proceso que podría llevar a la reubicación de 2.000 de sus empleados actualmente basados en oficinas de Londres, posiblemente a la ciudad alemana de Fráncfort o la irlandesa de Dublín, según reportó el corresponsal de negocios de la BBC, Joe Lynam.
"Los trabajos que podrían ser retirados del Reino Unido incluyen los que tienen que ver con transacciones con el euro, así como otras funciones de banca de inversión, y los altos ejecutivos", señaló Lynam.
Morgan Stanley se apresuró a negar el mismo viernes que ya hubiera tomado una decisión definitiva en torno a la reubicación de su personal de Londres, aclarando que dicha decisión podría tomar años.
Pero la creciente discusión en torno a esa posibilidad es apenas una señal de un serio problema potencial para la capital británica y de una posible bonanza para Fráncfort, la ciudad que aspira a quedarse con los negocios europeos de los bancos basados en Londres.
Banqueros alemanes
Fráncfort tiene buenos argumentos para convertirse en la nueva capital financiera europea, frente a otros candidatos como París, Ámsterdam o Dublín.
Para empezar, Fráncfort ya cumple ese papel para la economía alemana, que es la mayor de la UE y que, con la salida del Reino Unido, hará todavía más notoria su hegemonía económica sobre el continente.
Fráncfort es también ya la sede de importantes instituciones económicas, especialmente el Banco Central Europeo, yde bancos privados de talla mundial, como el Deutsche Bank y Commerzbank.
Como si esto fuera poco, está la bolsa alemana, la Deutsche Börse, que precisamente estaba en el proceso de una fusión con la bolsa de Londres.
Este viernes los ejecutivos de la bolsa alemana declararon en los medios que, por cuenta del Brexit, la sede legal de la empresa combinada debería establecerse ahora en Fráncfort, según informó el corresponsal de negocios de la BBC.
Capitales financieras mundiales
La pelea entre la urbe alemana y la británica es una disputa crucial.
La "City", el centro financiero de Londres, ocupa un lugar gigantesco en las finanzas mundiales, solamente comparable al de Wall Street.
Pero su vitalidad se debe no tanto al mercado interno británico, sino al papel de Londres como proveedor de servicios financieros a la economía mundial.
En el mercado londinense tienen lugar volúmenes épicos de transacciones de monedas extranjeras, aprovechando que la ciudad se encuentra a mitad de camino entre las capitales asiáticas y Nueva York.
El gran intermediario
El distrito financiero de Londres emplea a 400.000 personas, alberga 251 bancos extranjeros y controla cerca del 40% del mercado mundial de divisas. Todos los días se compran y venden en esta ciudadela capitalista unos US$2,7billones en moneda foránea.
Una parte una parte importante del negocio financiero de Londres tiene que ver con su papel de capital financiera europea.
La Unión Europea es el mayor bloque comercial del mundo, un mercado de 500 millones de consumidores.
Londres ha sido el gran intermediario financiero de la prosperidad europea.
Sin abogados
Pese a que el Reino Unido nunca adoptó el euro como moneda nacional, una parte sustancial de las grandes transacciones en la divisa única europea tienen lugar en la City londinense.
Todos los días hasta US$2 billones se mueven en transacciones denominadas en euros.
Pero ahora se teme que, con la salida definitiva del Reino Unido, la posición financiera de Londres como banquero de Europa se hará insostenible.
Se cree que la UE puede imponer regulaciones exigiendo que los bancos que manejan la mayoría de las transacciones en esa moneda residan en la eurozona.
En 2015, irónicamente, fue un fallo de un tribunal europeo el que impidió que una medida administrativa semejante restringiera la capacidad de Londres para dominar ese mercado.
Pero con Reino Unido y la UE divorciándose, la City londinense se puede quedar sin defensores ante las autoridades europeas.
Limitaciones legales
Otra de las razones por la que muchos bancos extranjeros domiciliados actualmente en Londres podrían considerar moverse a Fráncfort y otras ciudades del continente tiene que ver con una regulación de la Unión Europea llamada"passporting".
Esta práctica permite que los bancos ofrezcan servicios financieros en todos los países de la UE sin tener que establecer una base permanente en ellos.
Por lo que la salida del Reino Unido del bloque europeo presenta otro desincentivo para la continuidad de Londres como gran epicentro de la actividad financiera.
Hay quienes dicen que la capital británica no tiene tanto que temer en el nuevo mundo después del Brexit.
Londres sigue siendo una plaza respetada por los banqueros por que se habla inglés, el idioma universal de los negocios. El sistema legal y regulatorio es considerado muy eficiente y existe una mano de obra calificada, especializadaen los servicios financieros.
Pero al estar en medio de un país que votó decisivamente por salir de la Unión Europea, Londres enfrenta una pregunta de miles de millones de dólares: si podrá seguir siendo la capital financiera de un continente con el que ha dejado en claro que quiere mantener las distancias.