Los precios del petróleo tuvieron una tercera jornada consecutiva al alza este jueves 23 de diciembre, sostenido por los temores asociados a la variante ómicron pero también por presiones sobre la oferta, tras la baja en la extracción.
El barril de petróleo Brent para entrega en febrero, ganó un 2,07% para finalizar a 76,85 dólares. En tanto, en Nueva York, el barril de West Texas Intermediate (WTI), para la misma fecha, subió 1,41% cerrando a 73,79 dólares.
El mercado estará cerrado este viernes, víspera de Navidad, y los operadores de crudo se tranquilizaron tras las publicaciones científicas de los últimos días que indicarían que la cepa de ómicron es menos virulenta que sus predecesoras, la delta en particular.
En cambio, la atención se desvió ahora hacia la oferta, como consecuencia de una serie de noticias sobre una posible reducción de la producción de crudo para el 2022.
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Según los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados produjeron sensiblemente menos crudo del previsto.
De acuerdo con Argus Media, la producción de OPEP y sus asociados cayó en unos 500.000 barriles por día. A esto se suma el cierre forzoso el lunes de cuatro campos petroleros libios por parte de los Guardias de Instalaciones Petroleras (GIP), privando al mercado de más de 300.000 barriles por día.
El miércoles fue la británica Shell la que anunció la interrupción de sus entregas de crudo desde Nigeria, es decir unos 200.000 barriles diarios menos.
"Los riesgos sobre la oferta podrían dar un apoyo significativo al mercado", según analistas de TD Securities.
Para Edward Moya, analista de Oanda, el WTI "debería instalarse alrededor de los 70 a 75 dólares, hasta que la OPEP envíe señales sobre lo que piensan hacer en su próxima reunión".