Algunos avances concretos dejó el Congreso del Diálogo Nacional Sirio acogido este martes por Rusia en la costera ciudad de Sochi. Por ejemplo, se acordó la creación de una comisión constitucional que será la encargada de introducir enmiendas a la Carta Magna del país árabe para ayudar a la reconstrucción del país en una eventual posguerra. Así lo anunció el enviado especial de la ONU para Siria, Steffan De Mistura.
De Mistura dejó entrever que aún debe realizar más consultas para concretar la iniciativa, pero exigió celeridad en las negociaciones. Asimismo, agregó que todos los delegados presentes estimaron que esta iniciativa impulsará las conversaciones de paz oficiales, que se llevan a cabo en Ginebra. Se espera que esta comisión incluya a aquellos grupos opositores que no asistieron a Sochi, informó –por su parte– el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov.
De Mistura admitió que las conversaciones de Sochi no habían sido fáciles, ya que los procesos democráticos nunca lo son, pero valoró que todos apoyaran el proceso de paz de Ginebra auspiciado por Naciones Unidas. Asimismo, los grupos que participaron en las conversaciones de Sochi, representados por unos 1.600 delegados, entregaron listas de candidatos de distintas facciones sirias que podrían formar parte de ese comité.
Críticas a Al Assad
Pese a que Siria sigue inmersa en una guerra civil que cumplirá siete años el próximo marzo, el presidente ruso, Vladimir Putin, considera que es el momento de empezar a hablar de un nuevo orden político y de reconstrucción. "Las condiciones están dadas para poner fin a un trágico capítulo de la historia de Siria", aseguró Putin a través de un texto que fue leído en Sochi por el ministro Lavrov.
Al encuentro faltaron varios grupos armados sirios y kurdos y sólo está representada la oposición más moderada, lo que se denomina "oposición leal", es decir, la que no descarta de plano una cooperación con el presidente sirio Bashar Al Assad, aunque sea transitoria. Pese a ello, no faltaron las voces que pidieron un cambio de gobierno, como Randa Kassis, una política secular que reside en Francia. "Queremos que Siria cambie", señaló, y alertó que no es suficiente con que vuelva a la situación previa al estallido de la guerra.
