En unos días, Walter Palmer, dentista y cazador aficionado, se convirtió en uno de los hombres más odiados de Estados Unidos. Y también en uno de los más buscados.
Palmer, que a princpios de mes mató en una cacería a Cecil, el león más popular de Zimbabue, cerró su consulta en Mineapolis, canceló sus cuentas en redes sociales y desapareció.
No se sabe nada de él desde el martes. Y ya lo buscan las autoridades de su país, que investigan si puede ser llevado a juicio por lo que hizo.
En concreto, el Servicio Estadounidense de Pesca y Vida Silvestre (USFWS, por sus siglas en inglés) anunció este jueves que está investigando si la muerte del león Cecil fue parte de una conspiración para violar la ley de EE.UU. contra el tráfico ilegal de fauna.
Además, se puso en marcha una iniciativa ciudadana para pedir a la Casa Blanca que Palmer sea extraditado a Zimbabue.
En pocas horas, la petición consiguió superar amplamente el umbral de las 100.000 firmas que obligan a que el gobierno dé una respuesta.
¿Será procesado Walter Palmer por lo que hizo?
¿Violación de la Ley Lacey?
La investigación abierta en Estados Unidos se centra en averiguar si el caso se puede abordar como una posible violación de la Ley Lacey, que prohíbe el comercio de pesca, flora o fauna que haya sido muerta, transportada o vendida de forma ilegal.
Al momento de ser aprobada en 1900, fue la primera ley federal que protegía la vida salvaje en EE.UU. La ley impone sanciones civiles y penales por el comercio ilegal de animales y plantas.
Actualmente, regula también la importación de cualquier especie protegida por la legislación internacional o nacional, e intenta evitar la expansión de especies invasoras o no nativas.
Dan Ashe, director del USFWS, escribió en la red social Twitter que la muerte del león es trágica y que su agencia "irá donde le lleven los hechos" en la investigación.
Theo Bronkhorst es cazador profesional y Honest Ndlovu, un terrateniente. Ambos participaron en la cacería que acabó con la vida de Cecil.
El organismo informó que no ha podido establecer contacto con Palmer, de quien no se sabe nada desde que el pasado martes emitió un comunicado en el que lamentaba lo ocurrido y decía que no sabía que la caza de Cecil fue ilegal.
Asimismo, Palmer se mostraba abierto a hablar con los investigadores y cooperar.
Edward Grace, subdirector de seguridad del USFWS, instó al dentista a ponerse en contacto con ellos inmediatamente.
Proceso en Zimbabue
Por el momento, el proceso judicial por la muerte del león ya se inició en Zimbabue.
Los fiscales imputaron al cazador profesional que supervisó el viaje de Palmer, Theo Bronkhorst, por matar a un león sin contar con la autorización necesaria para hacerlo.
Bronkhorst compareció ante la corte el mércoles y salió bajo fianza de US$1.000.
Si es hallado culpable, el cazador zimbabuense se enfrenta a una pena de hasta 15 años de cárcel.
La fiscalía está pendiente de imputar cargos contra un segundo sospechoso, Honest Ndlovu, propietario del terreno donde se produjo la muerte de Cecil y que se presentó ante el tribunal también este miércoles.
"Todavía estamos esperando a que el Estado lo impute ya que aún no hay cargos formales contra mi cliente", declaró el abogado de Ndlovu, Tonderai Mukuku.
Según la oficina de Conservación de Zimbabue, durante la caza nocturna ambos ataron un animal muerto en la parte trasera de su auto para atraer al león fuera del Parque Nacional de Hwange donde estaba protegido.
La asociación de operadores de safaris de Zimbabue, a la que pertenecía Bronkhorst, le retiró la licencia.
Extradición de Palmer
Pero hay quienes consideran que Walter Palmer también debe responder ante la justicia y en Zimbabue.
Al menos, así lo piensan las más de 159.000 personas que, hasta media noche del jueves, firmaron la petición a la Casa Blanca para que el cazador sea extraditado al país africano.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, declaró este jueves que, dado que la petición superó las 100.000 firmas necesarias para que sea tomada en consideración por el gobierno, habrá una respuesta oficial.
Se han organizado diversas protestas frente a la clínica dental de Palmer, cerrada desde el pasado lunes.
"Lo que quiero aclarar como asunto general -añadió Earnest- es que las decisiones sobre la acusación y la extradición las toma el Departamento de Justicia".
Las condiciones legales para la entrega de Palmer están dadas: Estados Unidos y Zimbabue tienen un acuerdo de extradición desde abril de 2000.
El tratado aplica a todo aquel que sea imputado o condenado por "una ofensa extraditable" que se define "como un hecho punible según las leyes de los dos estados signatarios".
Por ahora, Palmer no ha sido imputado ni en Zimbabue ni en Estados Unidos.