La misión espacial "Mars Express" de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ha dado a conocer nuevas imágenes de un cráter descubierto en la superficie de Marte que sorprende por su inquietante parecido al de un enorme ojo humano.
Esta particular cavidad de unos 30 kilómetros de ancho y que aún no ha recibido un nombre oficial posee una gran mancha de un material oscuro en su interior. Asimismo, se puede apreciar que está rodeada de diversos canales sinuosos.
Estos canales, según detalló la agencia espacial, que tienen un parecido a las venas que se encuentran alrededor del globo ocular humano, probablemente transportaron agua líquida por la superficie del planeta rojo hace entre unos 3.500 y 4.000 millones de años.
Brasil: tribunal autoriza por primera vez cultivo de cannabis
Las formaciones geológicas de la zona
El cráter del ojo sin nombre se encuentra en la región de Aonia Terra, una zona conformada por varias colinas que probablemente se moldearon en el pasado por el paso de agua, viento y hielo. Asimismo, sus diferentes colores implican que posiblemente hay diferentes materiales en la zona.
A diferencia del resto de la superficie marciana que está dominada por un rojo cálido, en las cercanías y en el interior del cráter se puede observar un material gris pardo. Se trata de un campo de dunas oscuras que descansa sobre una superficie más clara.
Al observar en su interior con mayor detalle, los astrónomos detectaron que el cráter está lleno de colinas y montes en forma de cono, lo que demostraría que ahí también se acumularon varios materiales diferentes.
La región de los cráteres
La región montañosa de Aonia Terra, ubicada al sur del planeta, es conocida por sus impresionantes cráteres. Ahí se halla el cráter Lowell, de unos 200 kilómetros de ancho, que se habría formado hace casi cuatro mil millones de años durante el periodo de "Bombardeo Pesado Tardío" del Sistema Solar, cuando un gran número de asteroides chocaron contra los planetas rocosos.
La misión "Mars Express" lleva orbitando el planeta rojo desde 2003, tomando imágenes de la superficie del planeta, cartografiando sus minerales, identificando la composición y circulación de su atmósfera, sondeando bajo su corteza y explorando cómo interactúan diversos fenómenos en el entorno marciano.
Los astrónomos de ESA sugieren que las imágenes capturadas en este tipo de lugares podrían ayudar a los científicos a comprender mejor la geología, su composición, la evolución y el futuro del planeta Marte.