Los dos proyectos de ley de reforma migratoria, uno propuesto por el presidente Donald Trump y otro presentado por un par de partidos políticos, fueron rechazados tras ser sometidos a votación durante esta jornada en el Senado estadounidense.
El plan presentado por Trump contaba con otorgar estatus legal a 1,8 millones de jóvenes inmigrantes y un gasto de 25 mil millones de dólares para reforzar la seguridad en la frontera de México y Estados Unidos. La negativa a esta propuesta se dio debido a que no alcanzó los 60 votos necesarios para avanzar al siguiente trámite legislativo. Solo alcanzó 39 a favor y 60 en contra.
El líder de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer, apuntó que el resultado de las votaciones "es la prueba de que el plan del presidente Trump nunca se convertirá en ley. Si pudiese parar de torpedear acuerdos, sería aprobada una buena ley".
Por su parte, la propuesta bipartidista, que regularizaría la misma cantidad de inmigrantes y gastaría 25 mil millones de dólares para el reforzamiento de la frontera sur, para la próxima década y no de manera inmediata como lo quiere Trump, también fue rechazada, alcanzando 54 votos a favor y 45 en contra. A solo seis votos de avanzar.
La aprobación del acuerdo "cambiaría drásticamente nuestra política nacional de inmigración para peor, debilitando la seguridad fronteriza y socavando la ley de inmigración existente", afirmó Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca.
Con esto la incertidumbre se posa sobre los “dreamers”, inmigrantes indocumentados que llegaron Estados Unidos cuando eran niños, pues perderán la protección legal que impide que sean deportados.
Esta medida, que se implantó durante el mandato de Obama, conocida como Acción Diferida para la Llegada de la Infancia (DACA en su traducción en inglés) termina el 5 de marzo luego que el presidente Trump decidiera darle fin en septiembre y otorgar seis meses al Congreso para legislar una solución, cosa que no se consiguió en esta jornada.
