Las recomendaciones de una química estadounidense, que considera que se puede añadir sal al té, causaron revuelo en Reino Unido, con comentarios irónicos y reacciones del propio gobierno y de la embajada de Estados Unidos.
En una entrevista en The Telegraph, la profesora Michelle Francl, del Bryn Mawr College de Pensilvania, afirma que agregar sal a un té demasiado fuerte puede "moderar la percepción de amargor".
Chilena que vive en Hawái se llena de críticas al cuestionar a turistas que visitan la isla: “¡No los queremos!”
"He adquirido el hábito de añadir sólo una pequeña pizca y realmente ayuda", añade la autora de "Steeped: The chemistry of Tea" (Empapada, la química del té), publicado el miércoles.
La científica sugiere también añadir leche tibia al té, cuando los británicos solo ponen fría.
Este ataque directo a una de las tradiciones más arraigadas de la cultura británica provocó airadas reacciones en las redes sociales.
"La última persona a la que preguntaría sobre cómo hacer té, sería a un estadounidense, a ningún estadounidense", afirma un usuario de la red social X.
"Ni se te ocurra mencionar la palabra 'sal'...", escribió en la misma red Debrett, una guía sobre Etiqueta y Comportamiento.
Ningufoneo: el hábito que podría poner en riesgo tu relación de pareja (y 3 cosas que puedes hacer para evitarlo)
La embajada estadounidense optó por la ironía.
"No podemos permanecer en silencio ante propuestas tan escandalosas que amenazan los cimientos de nuestra relación especial" con el Reino Unido, indicó la legación en un comunicado.
Añadir sal al té "no es una política oficial de Estados Unidos y nunca lo será", aclaró, y aseguró que continuará "preparándolo correctamente, calentándolo en el microondas", lo que constituye igualmente una herejía para los británicos.
El gobierno británico optó por la misma línea.
"Apreciamos nuestra relación especial [con Estados Unidos], pero expresamos nuestro total desacuerdo. El té sólo se puede preparar en una tetera", afirma el organismo gubernamental encargado de coordinar la acción ministerial.