Durante la jornada de este sábado, la cadena de televisión NBC informó que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, designaría al director general del gigante petrolero Exxon Mobil, Rex Tillerson, como su próximo Secretario de Estado.
Y si bien el anuncio aún no es oficial, según la cadena televisiva, que cita a dos fuentes cercanas al equipo de transición, la confirmación de este nombramiento podría darse dentro de la próxima semana.
Rex Tillerson es el presidente y consejero delegado de Exxon Mobil, la petrolera de mayor importancia de EEUU (y la segunda mayor empresa privada del sector del mundo, tras la angloholandesa Shell), es quien suena más fuerte para ocupará el puesto a cargo de las relaciones internacionales del país norteamericano.
Tillerson comparte con varias de las características de quienes serán parte del equipo de Donald Trum. Una de las más relevantes es la cercanía con Vladimir Putin. De hecho, en 2011, Exxon Mobil firmó un acuerdo para explotar petróleo en el Ártico ruso por valor de 280.000 millones de euros, razón por la cual dos años después, el presidente ruso nombró al empresario petrolero miembro de la Orden de Amigos de Rusia.
Sin embargo, este proyecto eventualmente quedó paralizado en 2014 por las sanciones contra Rusia por su intervención en Ucrania.A sus 64 años de edad, Tillerson recibe una remuneración ha sido avaluada en 90,2 millones de euros solo en los últimos tres años. Ello lo convierte en otro de los multimillonarios que será parte del gabinete de Trump.
Segun ha trascendido, la elección de este empresario para integrar el nuevo gabinete de gobierno estadounidense se basa también en su historial de poner los intereses de los accionistas por delante de todo lo demás. Cabe mencionar que las grandes petroleras son famosas por los dividendos que pagan, y Exxon Mobil es un ejemplo de ello: de acuerdo al registro de esta petrolera, en abril de este año, la empresa prefirió que la agencia de calificación de riesgos le quitara su 'rating' crediticio triple antes de recortar la remuneración a los accionistas.
Sin embargo, quien podría ser el futuro secretario de Estado tiene un historial contradictorio en materia de política pública. Por ejemplo, cuando una empresa quiso construir un pozo de petróleo cerca de su casa, en Texas. El empresario llevó el caso a tribunales, pese a que este es un gran defensor del fracking (técnica que permite mejorar la extracción de gas y de petróleo del subsuelo). En la oportunidad el multimillonario perdió la causa.
Para el sector demócrata, el nombramiento de Tillerson podría ser recibido como una pésima noticia, debido a que para la empresa Exxon Mobil es conocido como la "bestia negra" en materia de protección del medio ambiente. Prueba de esto es el accidente del superpetrolero Exxon Valdez, de esa empresa, que vertió entre 40.000 y 120.000 toneladas de petróleo en Alaska en 1989. En EEUU, el llamado "Big Oil" ("Gran Petróleo", literalmente).
Tillerson, además, ha expresado en múltiples ocasiones su convicción de que las energías renovables nunca podrán sustituir a las fósiles. Aunque, dentro del futuro gabinete de Trump, sería una "rara avis" porque él sí cree que el ser humano está cambiando el clima de la Tierra, al contrario que, por ejemplo, el presidente de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, según sus siglas en inglés), Scott Pruitt. Así pues, el máximo responsable de la empresa a la que más odian los ecologistas de EEUU va a ser el "rojo" del gabinete.
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