Por qué este miércoles es un día decisivo para la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff
En el senado brasileño tiene lugar la votación que autorizará o no dar inicio al "impeachment" contra la mandataria.
A la Cámara Alta le llegó el testigo del Congreso, después de que el 17 de abril 367 de sus 513 diputados votaran a favor del "impeachment", alcanzando así los dos tercios requeridos para continuar con el proceso por presunto crimen de responsabilidad que amenaza a la presidenta.
Rousseff está acusada de usar dinero de bancos públicos para pagar programas del gobierno y maquillar el déficit fiscal, violando normas que prohíben esa práctica, pero sus partidarios afirman que esto es sólo una excusa para esconder un descarado intento de golpe de Estado.
Ella misma se mostró "indignada" tras la votación de la Cámara Baja, dijo sentirse"víctima de una gran injusticia", y aseguró que seguiría luchando contra el procedimiento abierto en su contra.
"Tengo la fuerza, el espíritu y el valor. No seré derrotada, no me paralizarán. Seguiré peleando y pelearé como he hecho toda mi vida", dijo en un discurso televisado.
"Se usa la apariencia de un proceso democrático para practicar un abominable crimen, como es condenar a un inocente".
Suspensión o no
Ahora, pues, es la Cámara Alta la que tiene la responsabilidad de seguir con el procedimiento.
Antes que nada, los senadores tendrán que decidir por mayoría simple si se justifica seguir adelante. Y eso es exactamente lo que tendrán que votar esta miércoles.
La sesión comenzará a las 9:00 de la mañana hora local (GMT-3) y cada senador tendrá 15 minutos para pronunciarse.
Si al menos 41 de los 81 senadores votasen a favor de iniciar el juicio político, la presidenta se vería obligada a separarse del cargo por hasta 180 días, mientras la Cámara Alta decide su destino.
Entonces asumiría temporalmente la presidencia el actual vicepresidente Michel Temer, cuyo Partido del Movimiento Democrático Brasileño, el mayor grupo del Congreso, rompió recientemente con el gobierno.
Dos tercios
El juicio político a Rousseff en el Senado sería supervisado por el presidente del Supremo, Ricardo Lewandowski.
Para que Rousseff resulte impedida definitivamente de ejercer la presidencia, al menos dos tercios (54) de los 81 senadores deberían aprobar su destitución.
En tal caso, Temer sería investido como presidente aunque esto también generaría dudas: el actual vicepresidente de 75 años enfrenta otro pedido de juicio político, acusado de cometer los mismos crímenes fiscales que atribuyen a Rousseff.
Pero si la mandataria fuese absuelta o el Senado no tomase ninguna decisión en los 180 días posteriores a su eventual separación del cargo, volvería inmediatamente a la presidencia.