AFP
El presidente boliviano, Evo Morales, derogó un decreto suyo que prohibía el uso de explosivos y dinamita en manifestaciones sindicales, una medida aplaudida por organizaciones de mineros y criticada por la oposición, que anunció que demandará la decisión.
"Históricamente (la dinamita) fue el puntal de lucha de los mineros, por ello aplaudimos la decisión del presidente, de devolvernos la identidad. Fue un instrumento de lucha contra gobiernos neoliberales y golpistas", afirmó este miércoles el máximo dirigente del sindicato de mineros, Orlando Gutiérrez.
El 1 de mayo pasado, durante la promulgación de unos siete decretos, así como de un incremento salarial, el mandatario Morales emitió una norma que anulaba otra de igual factura que él mismo firmó en 2013, para prohibir, principalmente, el uso de dinamita en marchas de trabajadores.
Su uso ha sido habitual en las marchas que realizan mineros, causando zozobra entre los habitantes. A veces se usa también en enfrentamientos entre bandos contrarios.
Pero las críticas reflotaron nuevamente luego de que se informara que el mismo día de la anulación del decreto, un trabajador minero sufrió la pérdida de una mano y lesiones en el cuerpo, por la explosión durante una marcha por el Día del Trabajo, y que días después murió.
"Es un decreto criminal, que tiene por objeto autorizar o dar licencia para matar", afirmó la diputada Norma Piérola, quien anunció que recurrirá al Tribunal Constitucional para que el decreto de prohibición sea restituido.
Piérola señaló que la medida tiene objetivos políticos, pues el gobierno pretende usar a los aguerridos mineros para recuperar la idea de habilitar al presidente Morales como candidato para el período 2020-2025, por un cuarto mandato, pese a que perdió un referendo en febrero pasado que tenía ese fin.
"Han dicho que se van a constituir en un nuevo ejército que utilizando dinamitas y explosivos para lograr un referéndum y que Evo Morales se quede a perpetuidad en el cargo", aseguró la legisladora.
El ministro de Minería, César Navarro, defendió ante la prensa la iniciativa gubernamental y señaló que el uso de explosivos forma parte de la tradición cultural y no es para amedrentar a nadie.