Sorpresa provocó en Estados Unidos la historia de Luis Armando Albino, quien tenía 6 años en 1951 cuando fue secuestrado mientras jugaba en un parque de Oakland, en California.
Tras más de 70 años del hecho, el ahora anciano fue encontrado gracias a fotos antiguas, recortes de periódico y una prueba de ADN en línea, según detallaron desde CNN.
La persona clave en su hallazgo fue su sobrina, quien en ayuda de la policía, el FBI y el Departamento de Justicia lograron localizar al individuo.
Se trata de un hombre que ahora es padre, abuelo, bombero jubilado y veterano del Cuerpo de Marines que sirvió en la guerra de Vietnam.
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Según detallan en el medio citado, el hombre nació en Puerto Rico y fue secuestrado cuando tenía era solo un niño y tenía 6 años.
En esa oportunidad se encontraba jugando con su hermano mayor cuando una mujer le prometió en español que el compraría caramelos.
La mujer trasladó al niño en avión hasta la Costa Este, donde acabó con una pareja que lo crió como si fuera su propio hijo.
Según la sobrina del hombre, su familia siempre recordó a Luis Armando: mantenían fotos en sus casas. La madre del hombre falleció en 2005, sin nunca encontrar a su hijo, pero con la esperanza de que estuviera vivo.
"Gracias por encontrarme", le habría dicho el hombre a su sobrina, a quien abrazó y le dio un beso en la mejilla.
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Todo comenzó en 2020, cuando la mujer pensó que su tío podría estar vivo "sólo por diversión". Así se realizó una prueba de ADN en línea, la cual mostró una coincidencia del 22% con un hombre que terminó resultando ser la persona secuestrada.
El hombre fue localizado y proporcionó una muestra de ADN, al igual que su hermana.
El 20 de junio de este año los investigadores llegaron hasta la casa de la hermana del hombre y confirmaron que se trataba del familiar secuestrado hace más de siete décadas.
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"No empezamos a llorar hasta que se fueron los investigadores. Agarré las manos de mi madre y le dije: 'lo hemos encontrado'", recordó la sobrina de Luis Armando Albino, quien fue clave en su hallazgo.
En su momento, al menor lo buscaron intensamente soldados de una base militar local, la Guardia Costera y otros empleados de la ciudad.