Nigel Farage: quién es el carismático líder de la derecha nacionalista británica
Nigel Farage, el líder del emergente Partido de la Independencia de Reino Unido –UKIP por sus siglas en inglés– se ufana de ser el típico "hombre de pub", el tradicional bar británico.
Farage, el único político británico que dice a bocas llenas que le encanta beber y fumar "porque sólo se vive una vez", ha puesto de patas arriba la política británica.
Con una pinta de cerveza o un cigarrillo en mano, o con ambos, ataca a los demás políticos por estar, según dice, desconectados del sentir popular de su país.
Se atribuye ser un político de los excluidos que llega a sectores del electorado británico a los que sus rivales no pueden llegar.
Y hay evidencia de que, gracias a esto, en las últimas elecciones europeas su partido ganó más escaños al Parlamento Europeo que cualquier otro partido, poniendo en ridículo sus rivales.
Habla sin pelos en la lengua y sin mucha preocupación por guardar las formas o ser "políticamente correcto".
Y por esto, hasta opositores como el alcalde de Londres, Boris Johnson, le reconocen méritos.
"Es un tipo divertido, a quien le disgusta la pomposidad y las actitudes políticamente correctas, y es contrario a las regulaciones absurdas de la Unión Europea", dice Johnson.
Y agrega: "Nosotros los conservadores lo vemos, vaso de cerveza y cigarrillo en mano, y con su sentido del humor, e instintivamente reconocemos en él a alguien fundamentalmente como nosotros".
¿Un don nadie?
Farage ha ganado tracción en la política británica cuando ni siquiera es miembro del Parlamento de los Comunes y nunca lo ha sido.
A parte de su discurso furiosamente anti-inmigrante y anti-europeo, su arma secreta es vender una imagen de hombre común, que sigue viviendo en el mismo pueblo en el que nació, y que desde hace más de 30 años asiste al mismo pub, el George & Dragon.
Farage nació en 1964 en Kent. Su padre, el bróker Guy Oscar Justus Farage, abandonó la familia cuando él tenía apenas cinco años.
Pese a esto, creció en una familia acomodada y asistió a una escuela privada exclusiva, donde cultivó su amor por el cricket, el rugby y el debate político.
No asistió a la universidad y prefirió al contrario hacer carrera en el mercado financiero de Londres apenas salió de la escuela secundaria.
Así, antes de los 30 años ya ganaba una vida más que confortable, con ingresos que sobrepasaban las 200 mil libras esterlinas.
Y debe protegerlo un angel de la guardia, ya que se ha codeado con la muerte en varias ocasiones.
A los 21 años lo atropelló un vehículo que lo dejó gravemente herido y se temía que iba a perder una pierna. Meses después, le descubrieron un cáncer en los testículos, del que también se recuperó con éxito.
Y una avioneta en la que viajaba en 2010 se estrelló y Farage fue rescatado con varias heridas. "Esta experiencia me ha cambiado, me ha hecho más yo", dijo el político.
Contradicciones
Farage ha hecho de la fobia a la inmigración y de su posición antieuropea la palanca sobre la cual espera derrotar por primera vez a conservadores y laboristas o al menos salir de las próximas elecciones a la par con éstos.
"Queremos un divorcio amigable con la Unión Europea y su reemplazo con un acuerdo de libre comercio que es lo que le vendieron a la generación de mis padres", ha dicho en reiteradas ocasiones.
Le saca partido a sus frecuentes peleas con sus rivales y con funcionarios europeos.
Pero sus críticos señalan que su actitud frente a Europa está plagada de contradicciones.
Es diputado del Parlamento Europeo, una institución que desprecia y que, según ha dicho, desmantelaría si pudiera.
Ha sido parlamentario europeo desde 1999 y es en el Parlamento Europeo donde su partido tiene mayor presencia.
Fue su posición rabiosamente antieuropea lo que lo llevó a salir del Partido Conservador, del que fue miembro desde sus años en la escuela secundaria hasta 1992.
Farage abandonó el partido descontento con la decisión del entonces primer ministro John Major de firmar el Tratado de Maastricht. Fundó el UKIP en 1993.
Y se le enrostran otras contradicciones. Por ejemplo, el hecho de que es crítico feroz de la inmigración, aunque su propia esposa es alemana.
Sus críticos apuntan que Farage y su partido son racistas y anti-islámicos y de hecho su discurso y sus referencias al Islam pueden interpretarse como tales, pero él argumenta que "no somos racistas".
"De ninguna manera es racista decir que debemos controlar la cantidad y la calidad de los migrantes que entran al Reino Unido", ha dicho.
Perspectivas
Ukip ganó su primer miembro del parlamento en octubre del año pasado, con una victoria avasalladora de Douglas Carswell en la municipalidad de Clacton, al este de Londres.
Luego siguió otra victoria de un miembro del parlamento que abandonó el Partido Conversador y se pasó a las filas de UKIP en el distrito de Rochester.
Esto llevó a Farage a señalar que su partido podía ganar 100 escaños en el Parlamento, aunque en realidad sus principales esfuerzos están concentrados en 12 distritos electorales.
Las encuestas señalan que el partido de Farage ha puesto en jaque a los conservadores, ya que su discurso tiene pegada entre los euroescépticos de ese partido.
Buena parte de los analistas señalan que UKIP podría ganar suficiente escaños para tener el balance de poder si conservadores y laboristas no logran por sí solos suficientes votos para formar gobierno.
Hasta el momento, los resultados de las encuestas no son certeros, ya que en algunos distritos el resultado es tan apretado que el voto podría inclinarse de un lado u otro.
Pero es claro que Farage y su partido UKIP desde ya han cambiado el mapa político británico.