Ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, donde presentó este miércoles las prioridades de la presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea para este semestre, Macron sugirió esta reforma para un documento proclamado inicialmente en diciembre del año 2000.
"Debemos usar la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea para proteger el clima y reconocer el derecho al aborto", dijo Emmanuel Macron ante los eurodiputados, que la víspera eligieron a una presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, procedente de Malta, donde el aborto está prohibido en cualquier circunstancia.
La propuesta de Macron recibió el aplauso de una Eurocámara cuyo bloque más progresista ha sido muy crítico con la elección de Metsola como presidenta, ya que ella misma había votado en contra de diversas resoluciones parlamentarias que llamaban a ampliar el acceso al aborto debido a la tradición en su país.
Al sugerir su actualización, Macron se mostró partidario de que "florezcan" los valores que unen a los europeos y recordó que la Carta de Derechos Fundamentales de la UE fue la que consagró ahora hace dos décadas la abolición de la pena de muerte en toda la Unión Europea.
Polonia, otro de los países que restringe el derecho al aborto y cuya legislación al respecto se ha endurecido en los últimos años, volvió a quedar en el centro del discurso de Macron cuando éste se refirió los retrocesos en el Estado de derecho pese a que, recordó, todos los países soberanos de la Unión Europea aceptaron sus principios al adherirse al club comunitario.
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"Somos la generación que vuelve a descubrir la precariedad del Estado de derecho y de los valores democráticos", advirtió el francés, que instó a no confundir "cambios legítimos" en este modelo con su cuestionamiento y advirtió de que el final del Estado de derecho "es la vuelta al autoritarismo".
"Defenderemos el poder del Estado de derecho en cada instancia, a través del diálogo pero sin debilidad, porque no es que el Estado de derecho sea un invento de Bruselas (...), es el resultado de nuestra historia común", afirmó el presidente galo.