El presidente argentino, Mauricio Macri, negó este miércoles que el país pueda afrontar una crisis económica como otras vividas en el país, aunque admitió que no le resultó "tan fácil" como pensó "domar la inflación", que superó el 29 por ciento anual según indicadores oficiales.
"Reconozco la angustia de muchos argentinos frente a la tormenta que atravesamos (y) que sienten que puede terminar en una crisis similar a las que atravesamos en el pasado. Pero hemos sabido arriar las velas y fortalecernos manteniendo el rumbo", aseguró Macri en una conferencia de prensa en la residencia presidencial situada en la localidad bonaerense de Olivos, en el norte de los suburbios de Buenos Aires.
La presencia de Macri ante la prensa había generado expectativa en el país, especialmente porque se dio un día después de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) diera a conocer que la inflación de junio tuvo en promedio un alza de 3,7 por ciento en comparación con el mes anterior y llegó a 16 por ciento en el primer semestre, un punto porcentual más que la estimación que el Gobierno había hecho para todo 2018.
El dato oficial, además, determinó que la inflación anual superó el 29 por ciento, el límite que el Gobierno había previsto en el acuerdo que semanas atrás alcanzó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr un crédito de 50.000 millones de dólares.
El FMI le concedió a Argentina el multimillonario auxilio financiero para superar una crisis económica y financiera en la que el país cayó a fines de abril y de la que todavía no parece resurgir, según los números oficiales.
"La tormenta nos sorprendió (cuando) estábamos despegando", comentó Macri acerca de la situación financiera que provocó una depreciación del peso frente al dólar estadounidense superior al 40 por ciento en lo que va de 2018 y la pérdida de unos 12.000 millones de dólares de las arcas del Banco Central, la principal entidad monetaria del país, en busca de frenar la escalada.
Macri confió en que el programa económico presentado al FMI hará que la inflación comience a descender en el futuro. "Por más que no haya sido tan fácil domar la inflación como pensamos en el inicio, sigue siendo una absoluta prioridad", afirmó.
